Caso Fragatas: hijas de uno de los imputados fueron formalizadas por lavado de dinero

De acuerdo a la investigación de la Fiscalía Metropolitana Oriente, los ex funcionarios de la empresa Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar), Patricio Basili Esbry y Juan Tapia Villalón, entregaron información privilegiada, al empresario Guillermo Ibieta, para lograr adjudicarse la licitación de reacondicionamiento de cuatro fragatas holandesas adquiridas en el año 2004.

Producto de las operaciones fraudulentas, los ex marinos habrían recibido cerca de un millón de dólares. Dinero que los imputados justificaron con supuestas asesorías.

Según el Ministerio Público, a partir del año 2005, ingresaron a las cuentas del empresario, más de dos millones de dólares. Pero esos fondos nunca fueron encontrados entre el patrimonio de Guillermo Ibieta, quien fue sobreseído de la causa por fallecimiento.

Según el fiscal Carlos Gajardo, "el fuerte de sus bienes estaban acopiados en la Sociedad de Inversiones Guifer, que a partir del año 2009 pasó a formar parte de la propiedad de sus hijas".

Las cuatro hijas del empresario, María Macarena, María Fernanda, María Carolina, y María José Ibieta Motalva, hoy enfrentaron a la justicia, pues, según el fiscal Gajardo, "ellas conocían el orígen ilítito del dinero", y fueron formalizadas por el delito de lavado de dinero.

Durante la investigación, dijo Gajardo, en la empresa Guifer, se incautaron bienes raices, e inversiones en fondos mutuos por montos elevados", que permitieron detectar el destino del dinero presuntamente obtenido por Guillermo Ibieta, mediante negociaciones fraudulentas.

Las cuatro nuevas imputadas del llamado "caso fragatas" quedaron sujetas a la medida cautelar de arraigo nacional, hasta el próximo 18 de abril, fecha en la que termina el plazo para investigar.