Católica suma un triunfo clave para seguir en la pelea por el título

El conjunto cruzado se impuso por 4-2 sobre Unión La Calera y sigue con opciones de quedarse con el torneo.




Universidad Católica logró anoche una victoria compleja, plena de dificultades, frente a Unión La Calera en San Carlos de Apoquindo. El marcador final, 4-2, se estructuró en la etapa inicial, pero bien pudo haber concluido en empate. Pero eso poco le importa al equipo de Mario Salas, que con los tres puntos se mantiene a la expectativa en la lucha por el título del Torneo de Clausura, aunque alcanzar esa meta depende además de los resultados que obtengan Cobresal y Colo Colo, al que precisamente visitará en la próxima fecha.

El primer tiempo, en todo caso, fue un dormitorio adolescente, de esos que preocupan a más de una madre los sábados por la mañana; con desorden absoluto y sorpresas variadas, sin saber qué encontrará bajo la cama o dentro del clóset. Se trató de la reiteración de las fallas que uno y otro han exhibido durante este campeonato.

Los cementeros son capaces de vencer a Colo Colo por goleada  en el Monumental y a la fecha siguiente caer con la misma facilidad como locales.

La UC, ya está dicho hasta el hartazgo, es un cuadro desequilibrado. Su defensa es de las peores del torneo, sólo mejor que la del descendido Barnechea, y para ahondar sus penas también ha decaído el rendimiento de los volantes. Anoche, Tomás Costa acrecentó su deuda; si alguna vez fue ídolo de la UC, por estos días es uno de los jugadores de más bajo nivel en la escuadra de Mario Salas. A ese factor se suma el descenso de Erick Pulgar, quien asomó como un proyecto de tan alta jerarquía, que terminó convocado a la Selección. El antofagastino, no obstante, ha experimentado un notable descenso en su juego desde que volvió de la gira europea con la Roja.

De esta manera, los errores de  un primer tiempo tan vibrante como desprolijo terminaron produciendo un marcador insólito, facilitado por ambas zagas y, en el caso de la UC, por el arquero Fabián Cerda, quien a los 26 años no puede argüir la juventud como excusa para sus malas salidas o pésimas decisiones (como en el tiro libre de Gustavo Canales, en el clásico).

En el segundo tiempo bien pudo aumentar el marcador de modo igualmente frenético, pero siempre surgió una pierna a última hora para evitar un tanto. Fue el caso de Cristián Álvarez, que sacó un cabezazo de Pineda, o de Eduardo Farías, quien se arrastró por el piso para sacar un balón que ya entraba en el arco de Lucas Giovini. Lo que finalmente cambió en el cierre del partido, cuando Tomás Charles anotó con autogol en su afán por evitar el tanto del ingresado David Llanos.

RIESGOS E ILUSIONES

En el caso de los cementeros, el partido de anoche era un asunto más que complejo, pues vivían una situación de significado contradictorio: podían pelear aún por el título y también meterse en la tabla acumulada para ir a la Copa Sudamericana, pero de modo paralelo estaban mirando el coeficiente de rendimiento, que determinará los descensos ya el mes próximo.

Los universitarios, pese a mantenerse con esperanzas de ser campeones, tiene muchos motivos para preocuparse. En el plano individual, ayer perdieron a Álvarez por acumulación de tarjetas amarillas, con lo que deberán encomendarse a Marko Biskupovic y Walter Ibáñez como pareja de centrales en su visita al Monumental.

Salas tiene el tiempo justo para reaccionar y al menos el consuelo de que lucha por la corona. Pereyra, en cambio, ayer perdió esa ilusión y, a la inversa, deberá afinar su trabajo para evitar un riesgo que parecía sepultado: el descenso.

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