Caval: Dávalos revela detalles de su participación en negocio inmobiliario
Ante la fiscalía, el hijo de la Presidenta declaró su inquietud por cheques en garantía entregados para la transacción.
Cuando faltaban cinco minutos para las 10.00 de ayer, el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, ingresó a la Fiscalía de Rancagua. De esta forma, se daba inicio a su toma de declaración, en calidad de imputado, que se extendió por cerca de cuatro horas ante el fiscal de O'Higgins, Luis Toledo.
Esta era una de las diligencias más esperadas del caso Caval, en que el Ministerio Público busca establecer si hubo eventuales delitos en la compra y venta de 44 hectáreas de terreno en Machalí. La firma pertenece, en un 50%, a la nuera de la Presidenta Bachelet, Natalia Compagnon.
Dávalos declaró en la causa que fue iniciada por una denuncia de los diputados de RN, José Manuel Edwards y Nicolás Monckeberg, y que se tradujo en una querella del abogado Eduardo Riquelme. En este escrito, se pide que se investiguen posibles delitos de funcionario público, como negociación incompatible y violación de secreto.
El hijo de la Presidenta llegó hasta la fiscalía, junto a su abogado, Alvaro Morales, a bordo de un vehículo todoterreno Hyundai, inscrito a nombre de la Dirección de Logística de Carabineros. Además, personal policial instaló vallas papales y cortó el tránsito en el perímetro que rodea la calle Alcázar, donde se ubica la fiscalía. Con esto, se buscó evitar el episodio que se vivió durante la declaración de Natalia Compagnon, el miércoles 8 de abril, cuando fue acosada por manifestantes.
En esta ocasión, y a una cuadra de distancia, el grupo de manifestantes solo pudo gritar algunos insultos y lanzar algunos tomates. Ninguno de estos llegó a Dávalos, aunque sí cerca del vehículo.
En la declaración, Dávalos -quien antes de ser designado director sociocultural de La Moneda trabajó como gerente de proyectos de Caval- fue consultado sobre el origen del negocio y la forma en que fue tramitado. El cientista político habría relatado que su mayor interés era evitar que le remataran la casa en que vive, pues existen cheques en garantía por este negocio. Asimismo, habría señalado que junto a Compagnon comparten los gastos familiares, pero que cada uno maneja de forma independiente los ingresos.
En otro episodio, el hijo de la Mandataria habría dicho que se sintió engañado, porque desconocía la identidad de algunos de los actores que estaban involucrados en la operación y que nunca había sido informado que entre estas personas había intermediadores ligados a la UDI.
El abogado Riquelme indicó que "la fiscalía inició una investigación muy profunda. Primero recolectó antecedentes, luego los revisó y ahora está contrastando las evidencias con quienes tienen condición de imputado en la causa, como el señor Dávalos".
Respecto del motivo por el cual esta declaración fue más breve que la de su mujer (Compagnon estuvo nueve horas), Riquelme dijo que "tiene sentido. Todo indica que la señora Compagnon estaba más involucrada en el día a día del manejo de la empresa".
Se espera que en los próximos días el equipo de fiscales, liderado por Luis Toledo y los persecutores Sergio Moya y Javier Von Bischoffshausen, comience a interrogar a ejecutivos del Banco de Chile, que participaron en la gestión del crédito por $ 6.500 millones a Caval y que permitió a la firma adquirir los terrenos. Entre las gestiones, figura la reunión que convocó a Compagnon y Dávalos con el dueño del banco, Andrónico Luksic, realizada en noviembre de 2013.
Para hoy está previsto que se realice la audiencia en que Caval pedirá liberar el cheque por $ 2.000 millones y que es parte de la ganancia que obtendría la empresa con este negocio. El documento se encuentra incautado desde marzo, luego que fiscalía decretara esta medida por una querella de estafa, presentada por Hugo Silva. El empresario, comprador de los terrenos de Caval, alega que se le habría asegurado que en el corto plazo cambiaría el plan regulador.
Según la declaración de Compagnon -publicada por Reportajes- habría sido Silva, quien le solicitó a la nuera de la Presidenta, usar su influencia para cambiar el uso de suelo de la zona.
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