Chile cierra con historia repetida su participación en el ARC 2017
En el clásico, los Cóndores cayeron por 45-14 frente a Uruguay, terminando nuevamente en el último puesto en el torneo continental.
La historia es conocida, reiterativa, mala. Chile otra vez cayó en el Americas Rugby Championship (ARC), cerrando una participación con el puntaje en cero. Uruguay fue el verdugo esta vez, imponiéndose en el clásico en Montevideo con un expresivo 45-14.
El síntoma que sufren los Cóndores radica en la falta de un sistema de juego en serio. Este sábado, en la cancha del Estadio Charrúa se vio a un equipo desbocado, sin ideas, que se valió más de las ganas que la estrategia para intentar imponerse.
Al principio valió. Chile descontroló a los Teros, los confundió y los obligó a dejar de lado su estilo, cayendo en un juego sucio y trabado. Esa paridad duró poco, 25 minutos para ser exacto. Después del penal de Francisco González (20'), los celestes reaccionaron a sus fallas. Primero con una patada a los palos (Germán Albanell, 25'), luego con un try de maul del pilar Juan Echeverría (27')... De ahí en adelante el desarrollo fue similar al de todas las presentaciones en el ARC 2017.
Uruguay dio con los espacios cada vez más evidentes en la defensa chilena, que buscaba descontar desesperadamente, recurriendo sólo al juego individual, a chocar y ruckear, pero sin comunicación ni reagrupación defensiva. Juan Echeverría (27') y Leandro Leiva (31' y 35'), junto a las conversiones de Albanell, hundieron a los rojos. González y Tomás Ianiszewski convirtieron de penal, cerrando la primera parte con un 24-9 en desventaja.
El complento tuvo a los charrúas activos, continuando con la arremetida, escabulléndose por cada metro que encontraban libre. Nicolás Freitas (53' y 67') y Martín Espiga (64') fueron los que apoyaron el balón en esta parte, con Albanell y Silva extendiendo el marcador a través de las patadas. El segunda línea Nikola Bursic fue el autor del único try nacional.
Chile se despidió amargamente en su segunda incursión en el torneo. Una experiencia que puede servir de mucho si se logra entender el porqué de este desenlace. Si no, la condena será siempre la misma. O peor.
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