Chile es el segundo país latinoamericano en normar calidad de sus hoteles boutique

Norma establece los requisitos mínimos para la clasificación de estos recintos.




Tratan a los pasajeros por su nombre, conocen con anticipación su gustos y les entregan una atención personalizada las 24 horas del día. Al contrario de las grandes cadenas, en los hoteles boutiques se revive la cercanía entre el personal y los huéspedes de las residenciales, pero con los más altos estándares de calidad y confort. Usan espacios más pequeños e íntimos, con pocas habitaciones, generalmente casas patrimoniales con historia, y con un concepto temático que los identifica y diferencia del resto.

Para asegurar niveles de calidad y una oferta acorde con lo promocionado en los mercados, Chile logró aprobar su primera norma de calidad para los hoteles boutique. Con este avance, se convirtió así en el segundo país en Sudamérica en contar con una normativa de este tipo después de Colombia, certificación que es voluntaria para los hoteles. "En la medida que tenemos más establecimientos certificados le mostramos al mundo que somos un país serio y que trabajamos por profesionalizar el sector turístico. Nos presentamos ante el mundo como un país que no engaña al turista, quien recibe exactamente lo que contrata", puntualizó Daniel Pardo, subsecretario de Turismo.

La norma, promulgada por el Ministerio de Economía y aprobada por Instituto Nacional de Normalización es producto de un trabajo consensuado entre la industria turística y Sernatur, establece una definición estandarizada de un hotel boutique y los requisitos de calidad mínimos para ingresar a la categoría, así como para su calificación entre dos tipos: premium o classic.

Los hoteles boutique están de moda en el mundo entero para turistas de intereses especiales que están dispuestos a pagar altas tarifas por este servicio. Según Carmen Gloria Araneda, gerente general de Hoteleros de Chile, en el país existen 360 establecimientos hoteleros de los cuales 15 son boutique "los que responden a un público mucho más exigente y de intereses especiales, que busca hoteles con identidad y donde se sienta acogido por el personal". Agregó que "con esta norma estamos a la vanguardia en Latinoamérica en un mercado que está empezando, pero que tienen mucho por explotar aún". La dirigente señaló que como gremio están promoviendo que sus asociados se registren en Sernatur, y que los boutiques se acojan a esta certificación especial.

Cabe señalar que el registro de todo tipo de alojamiento turístico y los servicios de turismo aventura están obligados por ley a registrarse en Sernatur desde el 24 de junio, fecha en que cambió la normativa. Este registro sirve para oficializar su existencia como tipo de alojamiento (hotel, lodge, resort, hostal, hostería, hotel boutique, etc). La certificación de su calificación es voluntaria (número de estrellas u otras escalas según corresponda) es un proceso que desarrollan ocho consultoras a lo largo del país, y que desde ahora está disponible para los hoteles boutique en base a esta norma.

Existen dos hoteles boutiques registrados en Sernatur: Casa Pando, en Santa Cruz, y el Lastarria Boutique Hotel, Santiago. El registro es el primer paso para seguir con la certificación, lo que permitirá una competencia más transparente. "Esta norma es un beneficio al dueño de un hotel que invirtió, capacitó y generó los requisitos mínimos de servicio, y si otros no lo hacen y se llaman boutique, es una competencia desfavorable. Con esto se equipara la cancha", señaló Rodrigo Giadalath, gerente de Lastarria Boutique Hotel. Añadió que "esta norma es muy importante para los hoteleros, pero también para el cliente que viene de fuera, que no sabe con qué se va a encontrar", finalizó.

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