Chilenos integraron grupo que definió el futuro de la investigación antártica
Científicos, entre ellos dos nacionales, fijaron seis estudios prioritarios para el continente. Entre las propuestas, publicadas en Nature, están estudiar los cambios del lugar y el desarrollo astronómico.
La capa de hielo que cubre la Antártica contiene unos 26,5 millones de kilómetros cúbicos de hielo, el 90% de todo el que existe en el mundo, cantidad más que suficiente para elevar en 60 metros el nivel del mar si se derrite. Por miles de años esta capa ha permanecido estable, pero hoy está disminuyendo, por eso el entender cómo, dónde y por qué está disminuyendo es parte de las seis prioridades a investigar las próximas dos décadas, según publica hoy la revista Nature.
Las otras cinco son conocer los alcances globales de los cambios en este continente; su historia geológica; cómo ha evolucionado y sobrevivido la vida en condiciones tan inhóspitas; la observación del espacio y el universo; y la mitigación de las influencias humanas.
Científicos de la U. de Chile recorren el glaciar Unión. Crédito: Proyecto anillo
Para trazar esta hoja fue necesario definir 80 preguntas guía para los investigadores de todo el mundo. La selección la realizó este año un selecto grupo de 75 expertos de 22 países, que tuvieron la ardua misión de revisar más de 800 preguntas. Entre ellos, estaban dos chilenos del Instituto Antártico Chileno (Inach), su director, José Retamales, y el jefe del departamento Científico, Marcelo Leppe.
Leppe y Retamales fueron convocados por el Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR), la principal organización independiente que facilita y coordina la investigación científica antártica, a un encuentro que se realizó en Queenstown, Nueva Zelandia, en abril pasado, denominado "Horizon Scan".
"Lo relevante ahora es que la comunidad científica te está diciendo, estás son las preguntas para los próximos 20 años, antes no existía una guía de este tipo. Esto le servirá a los que toman decisiones para financiar ciencia como para que los científicos orienten sus investigaciones", dice Leppe.
Retamales, en tanto, coincide es que es un hito histórico, porque desde el año 1958, que los científicos no se reunían para llegar un consenso sobre lo que se debe investigar.
Marcelo Leppe, analiza fósil en Última Esperanza. Crédito: Inach
ORIGEN DEL UNIVERSO
Leppe recuerda que revisaron preguntas relacionadas con vida extraterrestre en la Antártica, que no llegaron a clasificar. Sin embargo, se dejaron las relacionadas con la astrobiología, ya que el territorio tiene condiciones similares a las de otros planetas del Sistema Solar. Recuerda que la única especie viva de la Tierra que sobrevivió a la exposición de rayos UV en el espacio fue un liquen antártico.
También existen proyectos que buscan explicar el origen del universo. Retamales explica que EE.UU., por ejemplo, instaló en el polo el proyecto Ice Cube, estructura que a través de sensores captura partículas subatómicas provenientes del espacio, que pueden ser restos de alguna estrella o provenir del Big Bang.
Asimismo, el territorio posee condiciones excepcionales para la observación astronómica. "Las condiciones ópticas de la Antártica son extraordinarias, mucho mejores que las del desierto de Atacama", afirma.
El director del Inach, José Retamales, en isla Rey Jorge. Crédito: F. Trueba/EFE
REALIDAD LOCAL
Leppe señala que hay preguntas de carácter global, pero hay que focalizarse en las preguntas que pueden ayudar a enfrentar la realidad local, porque el nivel de influencia de la Antártica en nuestro territorio es muy potente.
Según Leppe, "si no existiera la corriente circumpolar, no existiría probablemente la corriente de Humboldt y probablemente tampoco existiría el desierto de Atacama, ése es el nivel de influencia que tiene la Antártica en Chile. Es tan potente que incluso puede explicar la existencia del desierto más seco del mundo".
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