Chilevisión se despide del certamen con discursos y el pop juvenil de Jesse & Joy
Al inicio, los animadores hablaron del fin de su ciclo a cargo del evento. El dúo mexicano se presentó ante un público eufórico.
La última noche del Festival de Viña de este año tuvo el carácter absoluto de la despedida. No sólo porque se trató de la jornada de cierre de la edición 2014; la de ayer también fue la última velada transmitida por Chilevisión bajo la actual licitación del certamen. Por eso, lo que en otras temporadas fue un hasta pronto, ahora tenía el discurso del adiós definitivo.
"Queremos decirles a ustedes que hemos tenido una inmensa fortuna de poder transmitir y trabajar por cuatro años este Festival. Nuestra misión siempre ha sido hacer vivir al público lo mismo que se vive aquí noche a noche en la Quinta", dijo Rafael Araneda, para luego acotar que la estación "ha fortalecido el espíritu fundacional de este evento" y desear que "quien quiera que venga lo haga de la mejor manera, quedándonos con las ganas de volver a vivir esta aventura maravillosa algún día".
De algún modo, su sentida despedida adquiría una suerte de tono más definitivo, sobre todo tomando en cuenta que a fines de marzo finaliza una licitación que asoma compleja y reñida, ya que la mayoría de las señales manifestó su intención de quedarse con el evento a partir de 2015.
Pero la solemnidad del último día dio paso a un sonido situado casi en el reverso: la frescura del pop juvenil y cándido de los mexicanos Jesse & Joy, quienes saltaron a escena a las 22.07 horas -mucho más temprano que el resto de los números de apertura-, con Espacio sideral, mientras una legión de eufóricos adolescentes y jóvenes que no superaban los 20 años cantaban desde la galería del principio al fin de su presentación. Un show más acotado que el del resto de los primeros números de este Festival y donde los cantos por la "antorcha" y "gaviota" resultaron ser los más espontáneos y fervorosos.
Durante su pasada por el escenario los músicos hicieron gestos a su padre, que falleció este año, a su madre y, como fue la tónica de esta edición, por la paz en Venezuela.
Entre las 21.58 y las 23.45 horas, el certamen promedió 30 puntos de rating online no definitivo, con varios peak de 38 unidades.
Pero antes de concretar su presentación más estelar en el país, el dúo dividió su jornada entre el relajo y las obligaciones. Cerca del mediodía fueron hasta la Quinta Vergara para ensayar durante 60 minutos.
Ahí se vieron las caras con el compositor puertorriqueño Tommy Torres, parte del actual jurado de las competencias y con quien anoche interpretaban Imparable, tema perteneciente a su álbum Tarde o temprano y donde invitó a cantar a los mexicanos.
Casi como una vuelta de mano y tras terminar el ensayo, Torres les sugirió ir a comer pizza en algún punto de la ciudad. De hecho, en otro gesto de camaradería artística, les comentó que, esta vez, él invitaba. Bajo ese plan llegaron hasta el restaurante Diego Pizza, uno de los tradicionales de Viña del Mar y situado en plena Avenida San Martín.
Luego de la celebrada intervención del dúo sobre el escenario, llegó el turno de las canciones ganadoras de las competencias y de que Chilevisión aprovechara la transmisión para hacer un improvisado lanzamiento de su teleserie Las 2 Carolinas, que debuta mañana. Luego salió Payahop, los humoristas salidos del programa de Chilevisión El elegido, quienes inmediatamente se ganaron el favor del público con una rutina que mezclaba las rimas improvisadas con chistes cortos. Entre las 23.42 y las 00.09 horas promediaron 39 puntos de rating con peak de 43. Además, se llevaron todas las antorchas y gaviotas.
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