Científicos descubren enzima clave para controlar el apetito

Se trata de una sustancia que previamente había sido ligada a una mayor longevidad y a un menor riesgo de enfermedades.




Una enzima llamada Sirt1 ha concentrado numerosas investigaciones debido a que su activación permitiría extender el tiempo de vida de las personas. Algunos investigadores incluso sugieren que el ayuno y la ingesta de vino permitirían una mayor actividad de esta enzima, lo que ayudaría a prevenir enfermedades como la diabetes 2 y la osteoporosis.

Ahora, un equipo de investigadores descubrió la relación de esta enzima con la obesidad. El estudio, publicado en la última edición de la Plos One, indica que la inhibición de la actividad de la enzima Sirt1 en el hipotálamo -zona del cerebro encargada de regular diversos procesos en el organismo- ayudaría a controlar la sensación de apetito.

Los científicos llegaron a esta conclusión luego de estudiar el desempeño de la enzima en ratones: el grupo al que le transmitieron sustancias que inactivaron la actividad de Sirt1 tuvo menos apetito y ganó menos peso que aquellos con niveles normales de la sustancia.

"Varias líneas de evidencia en nuestro estudio demuestran que la acción de Sirt1 en el hipotálamo regula la ingesta de alimento y el peso corporal", concluyen los investigadores y agregan que existiría un mecanismo similar en el cerebro humano.

TERAPIAS A FUTURO
Paola Negrón, nutrióloga del Centro de Obesidad UC, destaca que el descubrimiento puede ayudar a comprender mejor los procesos detrás del apetito: "El que se vayan aclarando ciertos mecanismos es muy importante porque va desentrañando esta malla que regula las conductas alimenticias".

El nutriólogo de la Clínica Las Condes Alfredo Molina explica que una de las principales características del mecanismo que controla el apetito es, precisamente, que está compuesto por numerosas señales provenientes de diversos lugares del organismo, como los depósitos de grasa y el tubo digestivo. Agrega que la enzima Sirt1 "es un elemento más en el complejo abanico de señales del organismo que se integran en el hipotálamo y regulan el apetito".

Según Negrón, el descubrimiento permitiría a futuro mejorar los tratamientos contra la obesidad: "Esperamos que esto permita desarrollar una mayor cantidad de terapias y que actúen específicamente sobre el control del apetito o la activación del metabolismo".

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