Claves para entender la intervención del ejército en la crisis de Tailandia

Protestas antigubernamentales que desde octubre sacuden al país y en las que han muerto 28 personas, son algunos de los antecedentes que ayudan a entender el actual escenario tailandés.




El ejército de Tailandia declaró el martes la ley marcial para restaurar el orden después de meses de crisis política y manifestaciones contra el gobierno.

¿Cuáles son las raíces de la crisis?

Desde el golpe de Estado contra el primer ministro Thaksin Shinawatra en 2006, Tailandia ha vivido varios ciclos de enfrentamientos violentos entre detractores y partidarios del depuesto político millonario. Este se encuentra en el exilio para escapara a la condena de prisión por malversación que pesa sobre él.

El país está dividido entre las masas rurales y urbanas del norte y noreste, que valoran las políticas de Thaksin en favor de los más pobres, y las  élites de Bangkok, que le consideran una amenaza a la monarquía. 

El último episodio de esta crisis cíclica se produjo a principios de 2010 y  dejó más de 90 muertos y 1.900 heridos. El gobierno de aquel momento envió al  ejército a desalojar a los Camisas Rojas, partidarios de Thaksin, que habían  estado ocupando el centro de Bangkok durante dos meses.

Durante la crisis actual han salido a la calle centenares de miles de  manifestantes que piden el fin de la corrupción. Estos enfrentamientos han  dejado 28 muertos y cientos de heridos.

¿Es un golpe de Estado?

La Constitución permite que el ejército declare la ley marcial, que otorga a los militares el control de la seguridad de todo el territorio.

El gobierno que ha tomado esta decisión está muy debilitado tras la  destitución a principios de mayo de la primera ministra Yingluck Shinawatra,  hermana de Thaksin, y el nombramiento de un líder interino.

Desde la instauración de la monarquía constitucional en 1932 ha habido en Tailandia 18 golpes de Estado o tentativas de golpe, por lo que los expertos  son prudentes respecto al anuncio del martes. Los medios de comunicación están  sometidos a censura y se ha prohibido la emisión de algunas cadenas de  televisión.

La aplicación de la ley marcial "es una manera muy estudiada de controlar  el país militarmente pero dentro de los márgenes legales", comentó Paul  Chambers, de la universidad de Chiang Mai.

Sin embargo, Gaban Butler, experto de la Universidad de Sidney considera  que el ejército solo pretende restaurar el orden. Los militares "son reticentes  desde hace meses a adoptar una posición cercana al golpe de Estado y parece que  todavía lo están", aseguró Butler aunque reconoce que la situación es "oscura y  complicada".

¿Qué va a pasar ahora? 

El futuro depende de si el ejército y otros actores toman medidas para sustituir al gobierno liderado por el primer ministro interino Niwattumrong  Boonsongpaisan. 

Su gobierno todavía pretende organizar elecciones legislativas en julio  después de que la justicia anulara las de febrero.

Pero la intervención del ejército podría llevar al nombramiento de un  primer ministro "neutro" no electo antes de la fecha.

La otra variable de esta ecuación depende de la reacción de los Camisas  Rojas. Estos advirtieron del riesgo de una guerra civil en caso de que cayera  otro gobierno favorable a Thaksin. Pero el martes se mantuvieron prudentes y no  hablaron de golpe de Estado.

"No llega a cruzar la línea, pero se acerca peligrosamente", indicó el  analista David Streckfuss, considerando que los Camisas Rojas no se moverían a  menos que "el gobierno fuera destituido". Según su opinión puede ser la razón  por la que el ejército no ha lanzado un golpe de Estado de verdad.

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