Clinton pide "moderación" a Irak y a iraníes del campo de refugiados Ashraf
Fuertes enfrentamientos se han producido entre las fuerzas iraquíes y los refugiados del campo al noreste de Irak.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, pidió hoy "moderación" al Gobierno iraquí y a los refugiados iraníes del campo de Ashraf, en el noreste de Irak, después de los enfrentamientos que se produjeron en su interior.
En una comparecencia conjunta con el ministro británico de Exteriores, David Miliband, con quien se reunió hoy en el Departamento de Estado, Clinton dijo que el campo de refugiados de Ashraf sigue siendo una preocupación del Gobierno de EEUU, pero también subrayó que Irak tiene ahora la responsabilidad sobre la seguridad de este campo y de sus residentes.
"Es ahora un asunto que tiene que resolver el Ejecutivo iraquí en base a sus leyes", indicó la jefa de la diplomacia estadounidense.
Clinton agregó que EE.UU. ha dejado claro al Gobierno bagdadí que espera que cumpla con sus obligaciones y muestre moderación, y no transfiera a nadie a otro país donde los residentes pudieran ser maltratados o asesinados por su afiliación política o sus actividades.
Las declaraciones de Clinton se producen después del enfrentamiento que se produjo entre fuerzas iraquíes y los refugiados tras la entrada de las fuerzas de seguridad iraquíes en Ashraf, donde viven cerca de 3.500 militantes del grupo Muyaidines del Pueblo de Irán (PMOI, por su sigla en inglés).
Este grupo, fundado en 1965, combatió contra el último sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi, y después contra el régimen islámico de Teherán.
Maryam Rajavi, la presidenta de lo que es considerado el brazo político de los PMOI, el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI), responsabilizó hoy al líder supremo de Irán, Ali Jameini, de los ataques contra el campo de refugiados y pidió la condena de los hechos por parte de EE.UU., la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La presidente del CNRI dijo que al menos siete personas fallecieron en los ataques y otras 400 resultaron heridas.
La policía ha reforzado la seguridad alrededor del campo después de que miles de refugiados iraníes se manifestaron cuando los agentes iraquíes entraron para asumir la seguridad del lugar.
El envío de policías iraquíes al campo se produjo después de que el portavoz del Gobierno de este país, Ali al Dabagh, anunció que su gabinete asumiría la seguridad dentro del campo, de acuerdo con los tratados firmados por Irak y EE.UU. en diciembre pasado.
El campo de Ashraf, situado al norte de Bagdad, a unos 80 kilómetros de la frontera con Irán, pasó a ser administrado por EE.UU. a raíz de la invasión militar de 2003 y a comienzos de este año volvió a manos de las autoridades iraquíes.
Al Dabagh afirmó en un comunicado publicado hoy que el Ejecutivo iraquí se compromete a "tratar de una manera humana" a los residentes del campo y que no repatriará a ninguno por la fuerza.
Además, aseguró que el Gobierno iraquí intenta cooperar con otros países y organizaciones humanitarias para encontrar otro lugar de residencia para estos refugiados iraníes.
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