Colo Colo vence a la U. de Concepción y se pone al acecho de Cobresal
Los albos vencieron 3-0 al conjunto penquista, sin exigirse tanto. Con esto, queda a un punto del líder del Clausura.
Colo Colo está al acecho. Le respira en la oreja a Cobresal y confirma su condición de candidato al título del Clausura. Con su triunfo sobre Universidad de Concepción por 3-0 ratifica su buen presente, tanto en la competencia local como en la Copa Libertadores.
El mérito del triunfo sobre los penquistas es doble. Primero porque lo encumbra en la tabla de posiciones y, segundo, porque llegó con tres bajas importantes en las filas de Héctor Tapia. A todo esto se suma, además, que el rival se había transformado en una piedra en el zapato para los albos en el Monumental, tras una racha invicta en Macul desde 2010 (tres partidos).
Es que ayer los fantasmas no tuvieron cabida en el césped de la casa colocolina. Más allá del cabezazo de José Huentelaf antes de los 10 minutos, el partido rápidamente se inclinó en favor del conjunto popular. Y la tendencia se confirmó al cuarto de hora, con una falta penal del mismo Huentelaf sobre Camilo Rodríguez. Esteban Paredes, con su acostumbrada precisión, concretó el 1-0.
Jaime Valdés, más cerca del área, manejó bien los hilos de la ofensiva, aunque su influencia crece cuando inicia el juego desde más atrás. Esa función, sin embargo, ayer quedó en los pies de Claudio Baeza, cuyo rendimiento ha crecido considerablemente este año.
El volante formado en el Monumental volvió a dar pruebas de esta mejora. Pisando las dos áreas, quitando y creando, asumió en propiedad esta nueva oportunidad, tal como lo hizo el miércoles, cuando ingresó en el segundo tiempo y fue importante en el triunfo sobre Atlas de México, por la Copa.
Baeza mantuvo su alza en la segunda mitad y la firmó con la segunda conquista del Cacique, tras definir con dificultad el centro de Luis Pedro Figueroa. Un minuto después pudo ganarse la tarjeta roja, por una entrada a destiempo sobre Pedro Muñoz. El árbitro Rafael Troncoso lo perdonó y sólo le puso amarilla.
Ese llamado del juez a bajar las revoluciones no sólo lo entendió el mediocampista. Toda la oncena popular asumió el mensaje. Hasta en la banca lo vieron así y ordenaron la salida de Valdés. El partido bajó su intensidad. En realidad, nunca se jugó a tope, un poco por el control de Colo Colo y otro tanto por la poca claridad de la U penquista.
Los arqueros no trabajaron mucho, como era lógico. Aún así, jugando a media máquina, el cuadro albo se inscribió con su tercera conquista de la tarde. Un contragolpe que Juan Delgado finiquitó a lo grande: enganche y remate colocado.
Fin de la historia. 3-0. Rotundo en los números, no tanto en el desarrollo. Pero qué le importa a Colo Colo. Ya es el único escolta de Cobresal y su tranco apunta firme a la cima.
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