Comienza cumbre Río+20 con marcadas divergencias entre líderes y ecologistas

Un total de 86 jefes de Estado y de gobierno participan en la cita, que se extenderá hasta el viernes y que tiene lugar 20 años después de la Cumbre de la Tierra de 1992.




El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inauguró hoy la cumbre Río+20 sobre desarrollo sostenible, considerada una oportunidad histórica para impulsar un acuerdo mundial que frene la degradación ambiental del planeta y combata la pobreza.

Un total de 86 jefes de Estado y de gobierno participarán en la cumbre, que se extenderá hasta el viernes.

La cumbre, la mayor jamás celebrada en la historia de la ONU, tiene lugar 20 años después de la Cumbre de la Tierra de  1992, que tomó decisiones para hacer frente al cambio climático, la pérdida de  biodiversidad y la desertificación.

Desde la Cumbre de la Tierra "el progreso ha sido demasiado lento. Ahora tenemos una segunda oportunidad. Estoy satisfecho de que las negociaciones han llegado a una conclusión satisfactoria. (...) Un histórico acuerdo está al alcance", dijo Ban Ki-moon.

"El mundo está observando si las palabras se traducen en acciones, como sabemos que sucederá. Río+20 no es un final, es un comienzo. Es hora de que  todos pensemos globalmente y a largo plazo, empezando aquí ahora en Río, porque el tiempo no está de nuestro lado", añadió.

"No tengo duda de que estaremos a la altura de los desafíos que la situación global nos impone", afirmó por su parte la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, al asumir la jefatura de la conferencia inicial.

"Estoy confundida y enojada por el estado del mundo; quiero que esto  cambie. ¿Están aquí para salvar su imagen o salvarnos a nosotros", preguntó a  los líderes Brittany Trifold, una neozelandesa de 17 años que con su discurso en la ceremonia de apertura buscó inspirar a los líderes y alentarlos a tomar acciones concretas que beneficien a la humanidad a largo plazo.

Los líderes mundiales o sus representantes de 193 países tomarán la palabra en los tres días de la cumbre, llamada a aprobar un documento que ya recibió la luz verde de todas las delegaciones el martes, tras meses de intensas  negociaciones.

TEXTO
No todos quedaron conformes con el texto, que adopta el concepto de "economía verde", fortalece el PNUMA (Programa de la ONU sobre Medio Ambiente),  y lanza "Objetivos de Desarrollo Sostenible" que comprometerán a los países con  metas sociales y ambientales y sustituirán los Objetivos de Desarrollo del  Milenio de la ONU, que expiran en 2015.

"Nadie en esa habitación donde se adoptó el texto estaba contento. Es  débil. Y todos los sabían", dijo la comisionada europea para el cambio climático, Connie Hedegaard, en su cuenta Twitter.

El acuerdo sobre el texto final, logrado el martes y que debe ser aprobado por los líderes el viernes, ahuyenta el fantasma de la cumbre de Copenhague de  2009, cuando los negociadores dejaron las discusiones en manos de los líderes y  la reunión fracasó.

ECOLOGISTAS
Pero los ambientalistas han criticado fuertemente el texto.

"El documento no tiene la ambición necesaria para salvar al planeta o a los  pobres. (...) Este resultado mínimo señala la falta de valentía política" de quienes lo adoptaron, afirmó Meena Raman, de la organización Third World  Network.

En el centro de Río, a 40 km de la cumbre oficial, decenas de  miles de indígenas, ecologistas y estudiantes se preparaban para marchar esta tarde en reclamo de soluciones concretas a los principales problemas de la Tierra.

En la cumbre participarán el primer ministro chino Wen Jiabao, el ruso  Dimtri Medvedev y el indio Manmohan Singh, así como el presidente francés  François Hollande, el sudafricano Jacob Zuma, el iraní Mahmoud Ahmadinejad, el cubano Raúl Castro y la mayoría de los latinoamericanos.

Pero también habrá sonadas ausencias, como las del líder estadounidense  Barack Obama y la jefa del gobierno alemán Angela Merkel.

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