Convivir con el enemigo
La decisión de la DC de disputar la primera vuelta y desechar las primarias instaló un escenario inédito en la Nueva Mayoría: por primera vez, dos candidatos presidenciales se disputan los votos oficialistas y todo indica que las relaciones internas se complejizarán a medida que la competencia avance.
A propósito de la DC..., hoy en el Congreso la bancada DC (salvo diputado Torres) votó en contra de indicaciones presentadas por el Ejecutivo en proyecto de Ley de Garantías de la Niñez", posteó en su cuenta de Facebook la diputada socialista Maya Fernández, el martes 2. Ese mismo día, su par PS, el diputado Leonardo Soto, escribió en su cuenta de Twitter: "Si la DC dice que se queda en la centroizquierda y que seguirá apoyando al gobierno de MB, sería bueno que respalde sus proyectos de ley".
Ambas publicaciones aludían a la votación que se había realizado poco antes en la Cámara de Diputados del proyecto de ley -que impulsa el gobierno- de Garantías de los Derechos de la Infancia. Si bien la iniciativa fue despachada y pasó a su segundo trámite constitucional al Senado, La Moneda sufrió un traspié cuando los parlamentarios de la DC, con excepción de Víctor Torres, se cuadraron con la oposición y votaron a favor una de sus indicaciones en la que se incorporaba la protección de los niños desde su "desarrollo intrauterino".
Los parlamentarios de la Nueva Mayoría interpretaron la votación DC como una primera señal hostil tras la decisión de la junta nacional de ese partido de llevar a la senadora Carolina Goic a la primera vuelta presidencial. Una suerte de desmarque de la agenda del Ejecutivo en su último año de gobierno y un gesto concreto de la búsqueda de diferenciación DC de sus otrora socios cuando recién se iniciaba la competencia en el terreno presidencial.
Aunque esa interpretación fue rápidamente retrucada por los diputados DC, quienes aseguraban que sus reparos habían sido advertidos con anterioridad al ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC), quien lidera la iniciativa, y nada tenían que ver con lo sucedido en la junta nacional, el clima oficialista se enrareció.
En particular, porque en la Nueva Mayoría se sostiene que la aprobación de esa indicación significa un golpe oculto para uno de los proyectos que la administración de Michelle Bachelet ha definido como emblemático: la despenalización del aborto en tres causales, una iniciativa que en la DC resulta polémica.
Esta semana, en el Parlamento -con excepción de la referida votación- han primado las interpelaciones de pasillo en tono de broma; pese a ello, el golpe en el oficialismo tras la decisión DC se hizo sentir en la suspensión del habitual comité político en La Moneda que reúne a los ministros con los partidos. Tampoco se realizaron reuniones de jefes de bancada oficialistas y, en el Congreso, la salvedad la constituyó el tradicional almuerzo de senadores de la Nueva Mayoría de los martes, en el que –aseguran los presentes- se abordaron temas de agenda legislativa en general, pero no la decisión de la DC en particular.
"Hay un ambiente en el Congreso de amigos cercanos que se distancian, si hay nobleza mantendremos las buenas relaciones políticas y personales", explicó el diputado y vicepresidente PPD, Marco Antonio Núñez.
La parálisis del gobierno
Aunque la decisión de la junta nacional DC estuvo lejos de constituir una sorpresa para el gobierno, La Moneda no realizó gestiones para intentar detener la determinación, inédita en los 28 años de alianza entre el centro y la izquierda.
Recién el lunes 1 el gobierno se activó y convocó a un comité político extraordinario de ministros en La Moneda para afrontar el nuevo escenario para el conglomerado oficialista. Tras la cita, cada ministro llamó al presidente de su partido respectivo –Mario Fernández, a Carolina Goic (DC); Nicolás Eyzaguirre, a Gonzalo Navarrete (PPD), y Paula Narváez, a Alvaro Elizalde (PS)– para "tomar el termómetro" respecto de la disposición de los partidos para enfrentar la decisión de la falange. A la DC la interrogante fue directa: ¿Cómo se afectaría la agenda legislativa del gobierno?
Horas después, a través de un comuni cado, desde el Ejecutivo declararon su "lealtad a los compromisos que asumió frente a la ciudadanía en las últimas elecciones presidenciales" y pidieron "que las campañas se desarrollen en un marco de respeto y debate propositivo".
Pero el clima nuevamente se tensionó luego de que la vocera, Paula Narváez (PS), consultada respecto de la continuidad de los encuentros entre timoneles NM y los ministros del comité político, planteó que "es justamente parte de lo que estamos conversando, dado este nuevo escenario. Nosotros somos muy realistas en eso, nos damos cuenta de este nuevo contexto y en función de eso reorganizaremos las instancias de diálogo con los partidos".
Sus palabras generaron reacciones encontradas: hubo quienes dedujeron que no se seguirían realizando los encuentros o que se dejaría fuera a la DC dada su decisión de competir directo en noviembre y no medirse en primarias con los otros partidos del bloque. Tal fue el nivel del malentendido, que tanto el ministro del Interior, Mario Fernández, como la propia Narváez se comunicaron telefónicamente con integrantes de la mesa directiva DC para explicarles que se habían dado a entender mal y que lo que buscaban era mantener sanas las relaciones del gobierno con los partidos, por lo que Gonzalo Duarte -secretario general DC- seguiría participando en esas instancias de diálogo, como lo hacía hasta antes de la determinación de la junta nacional de su partido.
"Fue una declaración desafortunada, pero creo que pronto se dieron cuenta de que no era correspondiente. Creo que tenemos que seguir con las instancias del comité político los días lunes, donde siempre va a haber alguien de la directiva de la DC participando. Creo que más que nunca necesitamos diálogo, porque es una situación tensa, es compleja", señala el vicepresidente DC, Matías Walker.
La única determinación tajante del Ejecutivo en esta semana -en los mismos días en que dirigentes importantes de la coalición decretaron "el término de la Nueva Mayoría"- fue "cercar" a sus funcionarios y ordenar que se mantengan prescindentes de la carrera presidencial desatada entre Goic y el abanderado PR-PS, Alejandro Guillier.
Una recomendación especial tuvieron el intendente de Santiago, Claudio Orrego, y el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, quienes participaron de la junta DC con más entusiasmo que lo previsto.
En los próximos días, de hecho, se difundirá un instructivo por escrito de prescindencia de la competencia presidencial y parlamentaria a todos los funcionarios de gobierno para que no sea ese un flanco de conflicto en la Nueva Mayoría.
En privado, los ministros -sin embargo- reconocen que no existe un plan de acción para el período que viene. Y lo único que está claro es que el gobierno debe maximizar sus esfuerzos para impedir que la tensión instalada -que se tema vaya creciendo a medida que avancen los meses- no complique la agenda legislativa definida por el Ejecutivo, para cuya aprobación requerirá el respaldo de la coalición, incluida la DC.
"El gobierno tendrá que redoblar los esfuerzos en conjunto con los partidos, con el propósito de que los proyectos emblemáticos que quedan de aquí a noviembre se puedan resolver adecuadamente. Esto va a requerir una aplicación mayor de parte del gobierno en sus relaciones políticas con las distintas bancadas parlamentarias", apunta el diputado DC Aldo Cornejo.
En las iniciativas en que hay preocupación se cuentan el proyecto de educación superior y la nueva educación pública, parte de la reforma educacional, además del de interrupción del embarazo, nueva Constitución y la tramitación de la Ley de Presupuesto 2018.
Si bien el partido que dirige Goic ha sido enfático en remarcar su compromiso con el gobierno hasta el último día -incluso difundieron una declaración el jueves 4 remarcando su lealtad con la administración de Bachelet y su intención de concretar un pacto parlamentario de centroizquierda y acuerdo recíproco de apoyo al candidato que pase a segunda vuelta-, en el gobierno hacen el análisis de que entre mejor le vaya a Carolina Goic en las encuestas, más incentivos tendrá la DC para desmarcarse de la agenda.
De hecho, el viernes 5, la Presidenta Michelle Bachelet se hizo escuchar. En entrevista radial en Arica, la Mandataria afirmó que "la DC es parte de la Nueva Mayoría", junto con agregar que "seguirá siendo la coalición que respalda al gobierno".
El incierto futuro
"Hemos dicho que al tener más de un candidato, las listas parlamentarias se van ordenando en torno a sus abanderados", explica el secretario general del PS, Andrés Santander. Y es que el principal foco de discusión pendiente para las próximas semanas en el oficialismo se dará en torno a la posibilidad de lograr un acuerdo parlamentario en el bloque, demanda que la DCmantiene, a pesar de haber levantado un candidato propio.
Una petición que en el resto de la Nueva Mayoría cada vez parece con menor cabida.
Es en este flanco -coinciden los dirigentes oficialistas- en que se van a producir inevitablemente los desencuentros al desplegarse-en paralelo a la carrera presidencial- la disputa por el Parlamento.
Las mismas fuentes sostienen que este escenario, por su carácter inédito, no tiene precedentes ni fórmulas a las que recurrir ante la eventualidad de conflictos.
Hay quienes incluso ya han manifestado su preocupación por lo que ocurriría -de no lograrse un acuerdo parlamentario- con los representantes del Ejecutivo en regiones - intendentes y gobernadores-, quienes suelen cumplir un importante rol a nivel territorial para las campañas.
"Si bien es cierto uno debe reconocer que se ha complejizado el escenario al interior del conglomerado y la convivencia misma, uno espera que en los próximos días esto vaya decantando en la medida en que tengamos la capacidad de poder ir conciliando puntos de acuerdo respecto de aquellas otras materias que están pendientes, como, por ejemplo, un posible acuerdo parlamentario", insiste el diputado DC Víctor Torres, líder de la disidencia.
"Si es que logramos un acuerdo parlamentario, creo que podemos tener una buena convivencia, en la relación con el gobierno y dentro de los partidos de la Nueva Mayoría. Si es que no hay acuerdo parlamentario, eso va a ser muy difícil y, además, se va a complejizar la relación del gobierno con la Nueva Mayoría y se va a complejizar la relación a nivel regional. Por eso creo que debiera primar la racionalidad y que los partidos debieran sentarse a conversar desde ya un acuerdo parlamentario entre el centro y la izquierda en un ánimo unitario", apuesta el diputado DC Fuad Chahín.
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