Copa Davis: La gran opción de Roger Federer

Luego de la decepcionante actuación frente a Gael Monfils, las dudas sobre el real estado de Roger Federer se multiplicaron y se abría el debate acerca de si era bueno utilizarlo en el dobles o guardarlo para la definición de hoy.

El viernes, luego de la derrota, el número dos del mundo decía que había obtenido "información valiosa" sobre su condición y que estaba listo para jugar lo que fuese necesario. Finalmente, el capitán Severin Lüthi confió en su estrella y lo alineó en el dobles con Stanislas Wawrinka, la figura de la serie.

"Tomamos la decisión bastante rápido, apenas llegamos al hotel", diría el coach después del partido.

Al frente estaba la pareja compuesta por Richard Gasquet y Julien Benneteau, que poco pudo hacer ante el poderío de los campeones olímpicos en Beijing 2008. Un claro 6-3, 7-5 y 6-4 dejó a Suiza a las puertas de la gloria y a Federer con la opción de ser el que cierre la serie, que le daría la corona que le falta a su impresionante carrera.

Para el desafío de hoy ante Jo-Wilfried Tsonga, el helvético se siente pleno, a pesar de las molestias físicas. "Entiendo que quieran saber todo sobre mi espalda, pero esté como esté me siento al 100 por ciento y voy a dar el 100 por ciento", dijo.

Y añadió: "Estoy extremadamente feliz de cómo salieron las cosas. Es siempre un placer jugar con Stan, pero hoy las cosas salieron fantásticamente".

Asimismo, tuvo elogios para el capitán, por las decisiones que tomó, entre ellas, contactar a Dave Macpherson, entrenador de los hermanos Bob y Mike Bryan, los doblistas más exitosos de la historia. 

"Fue muy útil para nosotros, tuvimos largas conversaciones con él, fue una buena idea de Severin. El single es más libre, en mi opinión, el dobles es otra cosa", expresó Federer.

Sin embargo, llamó a la cautela. "Nada está hecho aún. Ganamos el dobles y ahora hay dos puntos más. Sólo porque estemos riendo no significa que ganes los puntos mañana (hoy)", expresó el dueño de la última palabra.