Cuando el enemigo es el ex

Jean Beausejour, Luis Pedro Figueroa

Siete jugadores que estarán en el Superclásico defendieron al archirrival. Hay casos, como el de Luis Pedro Figueroa, en el que incluso marcaron en una final. Cambios de clubes que ya se hacen más normales en la rivalidad entre Universidad de Chile y Colo Colo. ¿Cómo lo hicieron con la otra camiseta?




Minuto 69, Estadio Nacional, 2 de junio de 2006. Luis Pedro Figueroa empata el marcador global en la final entre Colo Colo y Universidad de Chile. Él grita con locura su tanto, el único durante el tiempo reglamentario de ese día, y lo va a celebrar al codo sur que ya lo adoptaba como uno de los más queridos. Se toma la camiseta. como una señal de amor eterno. Que no lo fue. "De los momentos que tengo para recordar está ese partido y esa vez me tocó enfrentar a varios de los compañeros que tengo ahora", recordó Figueroa algunos años después.

La U perdería esa final por penales, y, tres años después, viviría el momento opuesto. En un partido de la fase regular, en el Apertura 2009, marcó el 1-3 final para los albos. Y fue a celebrarlo con todo hacia el codo norte, que en esos años todavía se repletaba de hinchas visitantes. Incluso, en 2015, marcó el 1-1 en el último minuto en la final de Copa Chile que ganarían los universitarios por penales. El pasado se borró como si nada.

Luis Pedro es uno de los cuatro jugadores del actual plantel colocolino que jugaron algún día por Universidad de Chile. Aparte de él, están Pedro Morales, Paulo Garcés y Ramón Fernández.

Si bien el arquero no jugó por los azules ante su equipo presente, estando en la banca en la superioridad goleadora que los de Sampaoli ejercieron en 2012, los enganches cuestan con diferentes historias. Morales vivió un episodio recordado en el Clausura 2007. Los azules perdían 2-0, y a Pokegol le tocó lanzar un tiro de esquina al lado de la tribuna Galvarino. Lo inesperado es que el jefe de Los de Abajo, el Kramer, estaba ahí, al borde de la cancha, "apretándolo". Fue lo más recordado de Morales en un superclásico en esos años, donde no respondió. Llamó la atención que, hace unos meses, el creador cruzara de vereda. "Si me ofrecieran la posibilidad de jugar en Colo Colo, no jugaría. Eso lo tengo más que claro", dijo en 2012.

Ramón, comprado por la U a fines de 2012, comenzó bien su historial ante Colo Colo. En 2013, ingresó de gran forma en el 3-2 que sería el último triunfo de la U en un derbi mayor. Incluso, provocó la expulsión por roja directa de Luis Mena, que le dio un patadón. Y, en el semestre siguiente, anotó de tiro libre en el Monumental. Finalmente, el conjunto dirigido en ese entonces por Marco Antonio Figueroa nuevamente perdería en Macul. Fue un 3-2 en un nublado mediodía de noviembre.

En 2014 fue un año más triste para el de Formosa. En el primer semestre se fue expulsado tras un planchazo a Luis Pavez, y empujó a Eduardo Gamboa tras el cobro. Fue suspendido por seis fechas luego de su arrebato. Al semestre siguiente, fue titular en otra derrota en el Monumental. Esa vez fue 2-0. En 2016 se enfrentó a su ex club, pero esta vez fue ganador en Pedrero y Johnny Herrera le quitó la posibilidad de anotar en un par de ocasiones. Ramón nunca encajó con la hinchada estudiantil, que lo silbó con claridad en el último choque clásico.

Tres ex Colo Colo en la U

A Christian Vilches le costó convencer al hincha de Colo Colo. Vivió una época negra del elenco popular, y estuvo presente en derrotas muy dolorosas. Entre ellas, el 5-0 que le propinó la U de Sampaoli en 2012, donde hizo un intento de bicicleta que hasta el día de hoy es recordado de forma jocosa por sus actuales aficionados. También estuvo en el 4-0 de ese mismo año con el que los laicos llegaron a la final del Apertura. Posteriormente, el Quili, junto a Colo Colo, se tomó venganza, y entre 2013 y 2015 contó con más triunfos que caídas. En 2014, en el Clausura, se salvó de la expulsión luego de darle un cabezazo a Patricio Rubio. Ahora, es uno de los jugadores más resistidos del Romántico Viajero por su pasado en el archirrival. "Siempre quise venir a Colo Colo, es un paso enorme de mi carrera. Anhelo salir campeón en el equipo más grande de Chile. De niño que soy colocolino, al igual que toda mi familia y la gente del barrio". Esa frase, de su presentación en 2011, es la justificación para el rechazo que vive hasta el día de hoy cada vez que su nombre es anunciado en el Nacional.

Gonzalo Jara fue el caso contrario. En Huachipato, su primer club en el profesionalismo, ya había declarado su afición por Universidad de Chile, al punto de decir que jugaría gratis. Sin embargo, defendió a Colo Colo entre 2007 y 2009. No perdió ante la U, aunque tampoco alcanzó a identificarse mucho con el Cacique.

Otro que siempre se supo que era más cercano a la U es Jean Beausejour. Sin embargo, Palmatoria le marcó dos veces al equipo que ahora defiende con la camiseta alba. En 2014, eludió a Herrera para poner un 2-0 en Macul, y en 2015 abrió la cuenta con un cabezazo en otro triunfo por 2-0. A mediados de 2016, cuado el exigente aficionado colocolino ya lo tenía entre sus favoritos, fue comprado por Universidad de Chile, que desembolsó 2,3 millones de dólares por su carta. En su primer superclásico por el club que es hincha, fue pifiado y vio cómo su escuadra perdía por 2-0. "En Colo Colo fui muy feliz, me han tratado de maravilla todos los funcionarios, parte de la hinchada, pero esto no tiene que ver con sentimentalismos, tiene que ver con la convicción de venir acá. No culpo a nadie de mi salida de Colo Colo. Vine porque quise, soy feliz con la decisión que tomé, lo hago plenamente convencido. Lo mío con la U es el convencimiento de querer estar en el lugar que siento que me quieren. Este tipo de decisiones ayudan, a la larga, a que esto es un deporte y fútbol profesional. Ayuda a que no se polarice tanto. Es muy importante, pero es fútbol profesional", dijo en el momento de su presentación. Un pensamiento que también lo tienen seis otros jugadores que el sábado se verán las caras con la camiseta que alguna vez hicieron suya. Para ellos, los silbidos pasan a un segundo plano en un Superclásico.

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