De 44 mil cuentos, Santiago en 100 Palabras escogió ganadores
La premiación se realizó ayer en la Plaza de Armas y, como es habitual, los cuentos serán exhibidos en diferentes estaciones del Metro.
La competencia no fue fácil. Marcelo Simonetti, Roberto Fuentes y Carmen García, jurado de la 9ª versión de Santiago en 100 Palabras, tuvieron que escoger entre 44 mil relatos, seis mil más que en 2008. De todo ellos, el ganador fue La desordenada, de Nathalie Moreno, mientras Moonwalker, de Chris Conejeros, resultó el favorito del público. Felipe Baraona con Sopaipilla y Felipe Castro con Uno a cero se quedaron con el segundo y tercer lugar, respectivamente.
El premio al talento joven lo recibió Paulina Valenzuela, de 17 años, por Mapocho. La premiación se realizó ayer en la Plaza de Armas y, como es habitual, los cuentos serán exhibidos en diferentes estaciones del Metro. Además, se imprimirán 45 mil calendarios de bolsillo, 4.000 de escritorio y 4.000 magnetos.
TALENTO JOVEN: MAPOCHO
Nadie supo cómo ni por qué, pero el hecho es que un lunes cualquiera un dinosaurio apareció nadando en el Mapocho. El día se volvió de pronto feriado nacional. El Parque de las Esculturas recaudó fondos nunca antes vistos con los curiosos que llegaban por montones, trepándose en las instalaciones para ver de cerca al monstruo, mientras que los más valientes iban derecho al agua. Antes de que el asunto llegara a mayores, trajeron un par de grúas y se llevaron al monstruo a la piscina municipal, donde el pobre bicho murió por una alergia fulminante al cloro.
PRIMER LUGAR: LA DESORDENADA
A doña Clara te la encuentras en la esquina de Bandera con Catedral. Se la pasa tejiendo animalitos con coloridas hebras de crin de caballo que ella misma tiñe. En un trapo extendido en la vereda descansa su delicado zoológico, el que se niega a pinchar con alfileres aunque se le vuele. Por eso, día por medio, a un taxista le golpea el vidrio una libélula azul o a una señora pituca le pega en el ojo una ranita anaranjada. Doña Clara no hace ni el amago de rescatarlas. Se ríe nomás de la cara que pone la gente.
Nathalie Moreno, 41 años.
SOPAIPILLA
A mi papá le encanta el cerro Santa Lucía. Dice que es como un pulmoncito para nosotros. Él dice que le gustaría llevarme hasta la parte más alta del cerro, pero con mi silla de ruedas le da susto que me pase algo, así que nos vamos por el parque que está al lado del río, jugando a contar faroles, hasta el puente que está más al fondo, y nos comemos unas sopaipillas en un carrito y a mí me da risa cómo suena cuando le pone mostaza.
Felipe Baraona, 47 años.
TERCER LUGAR: UNO A CERO
Levanta la cabeza mientras ve la tribuna llena frente a él. El partido lo sufre callado, como si nadie más entendiera. Todo parece eterno, hasta que esa pelota recorre el área de un lado a otro, antes de quebrar noventa minutos de silencio. Y es entonces cuando el grito sale furioso y siente como si su voz fuese la única en el estadio y que nadie pudiera detenerlo en su desatada carrera hacia la reja. En la galería visitante, el único hincha de provincia saborea su victoria personal.
Felipe Castro, 36 años.
PREMIO DEL PUBLICO: MOONWALKER
El Maikol es bien conocido en la población. Su mamá era fanática del rey del pop, por eso el nombre. Claro que al Maikol le gusta el reggaetón, igual que a su vecina, la Britney. Pero a la mamá del Maikol le cae mal la Britney. Le dice que mejor invite a salir a la Madonna, para no desperfilarse. Cada vez que le dice eso, él se encoge de hombros, hace un sonido agudo con la voz y sale de la pieza caminando hacia atrás.
Chris Conejeros, 31 años.
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