Debate presidencial: Los duelos, las miradas y bromas tras el micrófono

Saludando uno por uno al resto de los candidatos presidenciales, Franco Parisi sólo intercambió ayer un distante gesto con la cabeza con Evelyn Matthei, antes del inicio del debate de la Archi en el Centro Cultural Gabriela Mistral, pasando por su lado sin siquiera darle la mano.

Ambos cruzaron críticas durante gran parte de la actividad, en un encuentro marcado por la ausencia de contraste programático y acaparada, más bien, por enfrentamientos anecdóticos entre los candidatos. Junto a Parisi, Michelle Bachelet fue quien recibió las mayores críticas por parte de sus contendores, ocasiones en las que, tras observarlos fijamente por unos instantes, comenzaba a tomar apuntes. Así sucedió, por ejemplo, cuando Roxana Miranda dijo que tenía un "magíster en economía", porque debía administrar hasta fin de mes los "bonos" entregados por la ex presidenta durante su administración. La excepción se dio cuando hizo un claro gesto de reprobación a Tomás Jocelyn-Holt, luego de que el ex diputado DC dijera que la ex mandataria se había trasladado a su casa en Caburgua, junto a un ex intendente, tras la implementación del Transantiago. En medio de los comentarios cruzados, Parisi tuiteaba, y sólo atinaba a reírse y tuitear cuando era cuestionado por su rol en la administración de los colegios La Fontaine y Las Américas.

Casi al finalizar el debate, Enríquez-Ominami criticó la ausencia de algunas figuras opositoras en la franja televisiva de Bachelet. Bromeando, mandó "saludos" al presidente del PS, Osvaldo Andrade, a quien, dijo, "lo tienen escondido como a Alf", chiste que explicó después.

Una vez concluido el debate, cada candidato se llevó de regalo los audífonos -cada uno de un color distinto- que utilizaron durante la transmisión radial. En esos momentos, Bachelet se abrazó con Miranda y se despidió de algunos contendores, mientras Parisi y Matthei evitaron toparse. Ésta última fue a buscar a Bachelet para darle un beso.