Di María se despide del Madrid asegurando que no fue valorado
En una carta dedicada a la hinchada merengue, el argentino asegura que se va obligado del club, ya que alguien en la directiva no lo quería en el equipo.
El argentino Ángel di María arremete contra la directiva del Real Madrid en su carta de despedida del club, en la que, orgulloso por sus cuatro años de blanco, asegura que se marcha obligado al no ser valorado "por una persona".
Di María ha publicado una carta abierta a través del diario deportivo español Marca, en la que asegura que se han contado "muchas mentiras" sobre su deseo de salir del Real Madrid, y deja claro que se marcha al no sentirse valorado.
"Mi ciclo en el Real Madrid ha llegado a su fin. Es imposible plasmar todo lo vivido en unas líneas, pero valga esta carta para comunicar lo que siento en el momento de la despedida. En estos cuatro años que tuve el honor de vestir esta camiseta, no siento más que orgullo por todo lo que pasé y conseguí junto a mis compañeros", comienza su escrito.
"Lamentablemente hoy me toca irme, pero quiero dejar claro que ese nunca fue mi deseo. Como cualquier persona que trabaja, siempre he querido progresar. Después de ganar la Décima (Copa de Europa de clubes), me fui al Mundial, con la esperanza de recibir un gesto de la directiva, algo que nunca llegó. Se hablaron muchas cosas y muchas mentiras. Siempre quisieron atribuirme la iniciativa de salir del club, pero no fue así", prosigue.
"Lamentablemente, no soy del gusto futbolístico de alguna persona. Yo lo único que pedí es algo que fuera justo. Hay muchas cosas que yo valoro, y muchas de ellas nada tienen que ver con mi salario. Espero encontrarlas en el Manchester United, uno de los clubes más grandes del mundo, con el que ojalá pueda hacer historia", asegura dejando un mensaje directo.
Di María recordó momentos imborrables y se disculpó por errores cometidos, como cuando se tocó los genitales como respuesta a silbidos, enfrentándose hace seis meses a la afición del estadio Santiago Bernabéu.
"He tenido la suerte de compartir vestuario con jugadores fantásticos, que han sido incluso mejores compañeros. Creo que esa fue la clave para conseguir la Décima. Quiero pedir disculpas por las veces que me equivoqué, dentro o fuera de la cancha. Nunca fue mi intención perjudicar a nadie. Sudé esta camiseta cada partido como si fuera el último. Había veces que las cosas me salían y otras que no, pero lo que sí puedo asegurar es que siempre lo di todo".
"Quiero agradecer a España por todo lo que me dio y en especial por permitir que mi hija nazca en esta tierra. Y de manera muy particular a la gente del hospital Montepríncipe, a los que siempre voy a llevar en mi corazón. Mi mujer, mi hija y yo estaremos eternamente agradecidos".
"También a mis compañeros, que me dieron su apoyo siempre, en las buenas y en las malas, a los distintos cuerpos técnicos con los que me tocó trabajar, y también a todas las personas que trabajan día a día en el club, con las que guardo una gran relación", añade.
Por último, deseó suerte al nuevo Real Madrid, sin olvidar como sintió el cariño de la afición madridista en su último partido, en los minutos que disputó en el Bernabéu en la ida de la Supercopa de España, ante el Atlético de Madrid.
"Deseo que el Real Madrid tenga una gran temporada y consiga los logros que este club siempre busca. Me llevo para siempre en mi memoria ese momento en la Supercopa, en el que salté al Bernabéu y recibí de la afición un cariño tan inmenso. Muchísimas gracias. Todavía tengo la piel erizada. No se me ocurre mejor despedida para el que lamentablemente fue mi último partido. ¡Hala Madrid! ¡Y hasta siempre!", concluye.
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