Diputado Gonzalo Fuenzalida pide equiparar recursos de víctimas con los de la Defensoría

El próximo mes comienza a discutirse el presupuesto para el próximo año, y con ello se inician las negociaciones para distribuir recursos entre las distintas instituciones del Estado. En esa línea, el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN) buscará equiparar el gasto del Fisco entre el Programa de Atención a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito y la Defensoría Penal Pública.

Según explicó el parlamentario, el gasto total para atención a víctimas, en el programa de la Subsecretaría de Prevención del Delito, durante este año ascendió a $ 8.420 millones, en tanto, el gasto total de la Defensoría Penal Pública, organismo encargado de la atención de los imputados, fue de $ 55.014 millones.

"Respecto de los gastos totales, la cifra es 10,15 veces superior al que se realiza para atención a víctimas, considerando el programa de atención a víctimas y las reparaciones a víctimas de violencia rural en La Araucanía", dijo Fuenzalida.

Además, agregó que "el presupuesto para la atención a víctimas debiese aumentar para tener una mejor cobertura y garantizar lo que dice la Constitución". En ese sentido, explicó que "el Estado debe procurar la defensas jurídica y eso en la actualidad no se cumple, y se debe conseguir a través de la Defensoría de Víctimas. Pediré que se equipare el presupuesto que se destina a la defensa de delincuentes con la reparación de las víctimas de la violencia y la delincuencia", afirmó.

Consultada la Subsecretaría de Prevención del Delito, prefirieron no referirse al tema.

Fuentes de gobierno explicaron que la atención de víctimas no sólo recae en esta institución, sino que también es algo que recae en el Ministerio Público y otros organismos, siendo la fiscalía la que persigue los delitos que afectaron a las víctimas, siendo la contraparte de la Defensoría Penal Pública, cuando el imputado no tiene un abogado privado.

El Programa de Atención a Víctimas está enfocado en trabajar con los afectados de delitos, desde la parte sicológica y emocional para lograr su recuperación.