Diputados de la Alianza cierran filas contra reforma educacional

Cerca de las 11.00 del martes pasado se inició en la sala de la Cámara de Diputados la discusión sobre el proyecto de ley que busca poner fin al lucro, el copago y la selección en colegios particulares subvencionados.

Si bien el debate en torno a la propuesta del gobierno continuó ayer, ya desde la primera jornada los discursos reflejaban con claridad las posturas de los diputados oficialistas y de oposición.

Sin embargo, estas posiciones se materializarán recién el próximo martes, cuando se vote la reforma.

Aunque en la UDI, RN y Amplitud aseguran que no hubo una coordinación, por separado cada una de las bancadas opositoras acordó rechazar la reforma en general y todo su articulado.

Pese a que los diputados de la Alianza no tienen votos suficientes para hacer peligrar la iniciativa del Ejecutivo, la sintonía opositora busca poner una presión psicológica al oficialismo. La idea, dicen, es dejar presente que será completamente responsabilidad de la Nueva Mayoría el efecto de la reforma educacional.

"La coordinación la ha dado la lógica", afirmó el diputado UDI Felipe Ward.

El jefe de bancada del gremialismo argumentó que "es evidente que la ciudadanía se ha manifestado en contra de la reforma educacional, y es evidente que nosotros tenemos que hacernos cargo de ese rechazo".

A su vez, el subjefe de los diputados RN, Jorge Rathgeb, dijo que "no hay una coordinación, sino que coincidimos en forma automática sobre lo que se ha planteado en la reforma".

En ese sentido, el diagnóstico transversal que se hace en la Alianza es que el proyecto no apunta a mejorar la calidad de la educación, descuida el sector público, y no se hace cargo de los profesores y lo que sucede en el aula.

"Lamentablemente, no se ha puesto por delante a nuestros hijos, nuestros profesores, nuestras escuelas, sino que, por un gustito ideológico, están haciendo una reforma que nada tiene que ver con la calidad de la educación", señaló el diputado UDI Jaime Bellolio.

Su par de Evópoli Felipe Kast expresó que el gobierno prefirió "la nueva mediocridad, que es nivelar hacia abajo. No potenciar a aquellos que lo hacen bien, poner en riesgo la educación de calidad y no partir por la educación pública".

En tanto, Amplitud también se sumó al rechazo, pese a que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, tenía cierta expectativa de poder integrar a ese movimiento en un acuerdo.

"Esto no responde a una coordinación con el resto de la Alianza. De hecho, la Alianza no entró en un diálogo como nosotros con el gobierno, donde, lamentablemente, desde la Nueva Mayoría cerraron todas las puertas. Ahora esto es la 'Nueva Ideología'", sostuvo el diputado Joaquín Godoy.

El parlamentario comenta que "Amplitud desde el principio quiso abrir el diálogo, pero, lamentablemente, el debate terminó polarizado y terminó ganando Camila Vallejo, Karol Cariola, Fidel Espinoza. O sea, ganó el extremo, que no busca la calidad, sino que simplemente implementar una nueva ideología, con el Estado como centro".

Similar lectura hace el diputado RN José Manuel Edwards, quien cree que se trata "de ideas trasnochadas y que tienen tinte a lo que antaño se llamaba Escuela Nacional Unificada, ahora 2.0".

Ante dicho escenario, y frente a la votación en sala que se espera para la próxima semana, la Alianza solicitó ayer que se vote cada enmienda por separado, entre otras cosas, "porque queremos que los diputados de la Concertación se hagan cargo de cada una de las votaciones y no se puedan escudar en votaciones conjuntas", explicó Edwards.

Aunque el oficialismo, en teoría, cuenta con los 68 votos necesarios para sacar adelante la iniciativa gubernamental, el hecho obliga al gobierno a reforzar la disciplina entre sus filas, ya que cualquier ausencia o disidencia puede poner en riesgo algún punto del proyecto.