Diputados exigen a siete senadores devolver platas del "fondo solidario"

A través de una carta al secretario de la Cámara, Miguel Landeros, un grupo de diputados solicitó ayer que se reintegren los dineros del "fondo de retiro solidario" que fueron entregados a algunos senadores.

¿El motivo? A dos meses de que la Cámara decidiera liquidar dicho fondo -el cual se conformaba por aportes voluntarios de los diputados y buscaba asegurar que quienes perdieran su escaño tras una elección recibieran una suerte de "indemnización"-  se conoció el viernes que siete ex diputados que asumieron como senadores en marzo de 2014, exigieron el reintegro de sus aportes.

Se trata de Felipe Harboe  (PPD), Adriana Muñoz (PPD), Alfonso de Urresti (PS), Carlos Montes (PS), Carolina Goic (DC), Iván Moreira (UDI) y Pedro Araya (ind.), quienes finalmente recibieron el 50% de lo que aportaron como diputados.

Ante esto, los diputados Felipe Kast (Evópoli), Nicolás Monckeberg (RN), Marcela Sabat (RN), Joaquín Godoy (Amplitud) y Karla Rubilar (independiente), firmaron una carta acusando a los senadores de "faltar a la ética y al espíritu solidario".

"El fondo fue creado con un fin solidario. Sus estatutos son explícitos en que los diputados que sigan en el Congreso no serán elegibles para para el uso de los recursos, y menos aún quienes accedan al Senado", dice el texto, que además pide que "se envíe una solicitud formal a dichos senadores para que devuelvan íntegramente estos retiros, de manera que puedan ser devueltos a sus genuinos destinatarios".

Al respecto, Felipe Kast -impulsor de la misiva- dijo que "cuesta entender que este fondo termine siendo requerido por quienes acceden al Senado. Espero que esta situación se pueda corregir".

En tanto, Nicolás Monckeberg señaló que "no me corresponde determinar si actuaron de buena o mala fe, pero no correspondía ni reglamentaria ni éticamente que ellos retiraran esos fondos", mientras que Karla Rubilar agregó que los senadores "perjudicaron a los que perdieron y quedaron con menos ingresos por culpa de quienes ahora tienen un cupo asegurado por ocho años, es reprochable".