Director de Ilusiones Opticas desarrollará en Cannes versión de Bonsái
Cristián Jiménez se reunió con Alejandro Zambra para convencerlo de llevar su obra a la pantalla grande.
La primera vez ni se le pasó por la cabeza. Fue la segunda vez que Cristián Jiménez leyó Bonsái, la novela de Alejandro Zambra, que lo supo: ahí estaba el material para su nueva película. Se juntó con el autor, le costó convencerlo, pero después de mostrarle su cinta Ilusiones ópticas llegaron a un acuerdo. Zambra aceptó. Hasta se hicieron amigos. Ahora Jiménez da otro paso: recibió la beca de residencia del Festival de Cine Cannes para desarrollar el proyecto.
Entre febrero y julio de 2010, Jiménez estará en París dedicado exclusivamente a su versión de Bonsái. "En este momento estoy en el guión", cuenta. En Francia, donde en febrero se estrena comercialmente Ilusiones ópticas, compartirá con otros cinco directores becados del mundo. Entre ellos, una chilena: la cortometrajista Dominga Sotomayor, quien fue becada para trabajar en su primer largometraje, De jueves a domingo, que ya recibió dinero de Corfo y del Fondo Audiovisual.
Jiménez da los primeros pasos. Está adaptando. Novela de jóvenes asediados por la literatura, Bonsái es protagonizada por Julio, un aspirante a escritor con el corazón roto, que termina cuidando un bonsái. "Más que una adaptación de la historia, me interesa trabajar con lo que la novela propone en términos formales. La analogía del bonsái como ficción va más allá de aparecer como elemento en la trama, es una premisa de la poética de la novela: hacer un libro bonsái. Es algo ambicioso para la película, pero en eso estoy", dice Jiménez.
Sin actores aún, con la idea de estrenar en 2011 y confiado en que no necesitará un gran presupuesto, Jiménez tiene una idea clara: en vez de Santiago, como en el libro, la cinta estará ambientada en Valdivia.
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