Directora del FMI: "No creo que Chile calce dentro de la nueva mediocridad"

Christine Lagarde aterrizó en Chile para participar entre hoy y mañana en el Foro Económico en América Latina. Junto a autoridades de la región abordará los principales desafíos.




Tras una breve espera, Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional nos recibe en su oficina ubicada en el último piso de la entidad en Washington, para hablar sobre los desafíos de Chile y la región, de cara al Foro Económico en América Latina, que se desarrollará entre hoy y mañana en Santiago.

Con ello se seguirá la ruta ya trazada en Africa y Medioriente, donde el FMI tuvo un acercamiento integral y holístico con sus países miembros.

Madame Lagarde, como la llaman en el Fondo, es bastante alta, no usa tacos y su aspecto es distinguido. Su inglés no está teñido por su lengua materna, el francés, sino que suena bastante británico, lo cual le sienta bien.

Segura, nos detalla que el FMI quiere acompañar a los países en todas las situaciones: crisis, estabilidad, prosperidad. "Ya sea que ofrezcamos  asesoramiento de políticas económicas y supervisión, asistencia técnica o entrenamiento, apoyo financiero en caso de dificultades, siempre tenemos que estar presentes cuando nos necesiten", acota.

La titular del FMI quiere que el Fondo, autoridades económicas regionales y académicos enfoquen su conocimiento y experiencia en lograr la transición y diversificación que necesitan las economías latinoamericanas, acostumbradas hasta ahora a los altos precios de los commodities, un escenario que está cambiando, y que está llevando a estos países, Chile incluido, a tener un menor crecimiento.

El súper ciclo de los commodities terminó ¿Hasta qué punto la baja en sus precios puede explicar el menor crecimiento en la región? 

En aquellas economías que dependen fuertemente de la extracción de commodities, del comercio, de las exportaciones, la demanda se ve un poco reducida y los precios claramente han bajado. Todo ello, por cierto, tiene un impacto sobre el crecimiento, que se reduce.

La gran pregunta es qué hacer después: cómo dar empuje y apalancar las capacidades de las personas, cómo estimular un ambiente de negocios idóneo, o impulsar las formas alternativas de crecimiento. Cómo desarrollar la industria de servicios, por ejemplo. Estas van a ser las preguntas al ir avanzando.

¿Cuáles serán las prioridades de la reunión?

Creo que una de las inquietudes comunes que debatiremos en Santiago es la de la infraestructura. ¿Tenemos el nivel apropiado de infraestructura en términos de energía eléctrica, de transporte, de puertos? Segundo: ¿Cómo podemos mejorar la productividad de las economías de la región? ¿Debemos reforzar el capital humano a través de una mejor educación, como planea hacerlo Chile? Estos son los temas centrales en lo que vale la pena enfocarse.

También se abordará la desigualdad del ingreso ¿Por qué este tema se ha hecho más visible? 

El libro de Thomas Piketty ha jugado un gran rol en la divulgación del tema de la desigualdad. Ahora, (en el FMI) hemos estado trabajando por años en el asunto de la inequidad y hemos publicado trabajos relativos al rol de la desigualdad y el crecimiento, sobre el impacto que tienen las políticas redistributivas sobre la desigualdad. No hemos esperado a que el señor Piketty publicara su libro para actuar.

Pero el libro fue mucho más popular que los aprontes del FMI…

Creo que una de las razones para que así fuera es que Piketty tomó una gran cantidad de datos y puso el énfasis en Estados Unidos y en otras economías avanzadas. Y cuando sostienes un espejo ante una economía sumamente próspera en donde han crecido las desigualdades, se genera ese tipo de reacción. Es un buen debate, porque nuestros hallazgos apuntan a que la excesiva desigualdad no es buena para el crecimiento sustentable. Y todo el mundo subraya la importancia de un crecimiento sólido, equilibrado y sustentable. Ahora, en referencia al incremento del nivel de vida de la población  pobre y al consecuente aumento de la clase media: éstos deben considerarse avances positivos si son lo suficientemente inclusivos y no dejan atrás a demasiadas personas.

¿Qué le falta a Chile para lograr una mejor distribución de la riqueza? 

Enfrentar la desigualdad excesiva es una precondición para estimular el crecimiento sustentable. Hasta donde sé, el coeficiente Gini que mide los niveles de desigualdad indica que Chile ha tenido un mayor grado de desigualdad que el promedio de los países de la Ocde. En la medida en que hay un grado de desigualdad mayor que en otros países, en la medida en que la desigualdad excesiva no es buena para el crecimiento sostenible, las políticas que abordan la desigualdad ayudan, y una vez que se llega a esa conclusión, hay que decidir cuáles son las prioridades en términos de políticas.

¿Cree que es sensato avanzar en una reforma de educación universitaria gratuita ahora?

Concentrarse en la educación, mejorar el capital humano, con la esperanza de incrementar la productividad, es un paso en la dirección correcta ¿Mejorar la educación implica darles a todos las mismas oportunidades? Ojalá que sí ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Eso no lo sé, porque, número uno, no manejo al dedillo los detalles de la reforma educacional chilena y, número dos, siempre varía de un país a otro. Algunas naciones han optado por un enorme apoyo en becas. Otras han seguido el camino de bajísimos aranceles universitarios para todos. Yo provengo de un país en donde la educación era gratis para todos y accesible, aun así, siempre hay pagos y aranceles. A veces una combinación de ambos modelos es lo correcto. Pero no puedo afirmarlo respecto de Chile. Sin duda un régimen que da igualdad de oportunidades y reduce la excesiva desigualdad a través del prisma de la educación es un buen comienzo.

Chile probablemente crecerá menos del 2% este año y hay dudas acerca de las expectativas de Hacienda para 2015  (3,6%) ¿Está Chile en riesgo de caer en la nueva mediocridad?

La nueva mediocridad está asociada con baja inflación, bajo crecimiento y alto desempleo. No creo que Chile se ajuste a esa descripción. Pero cualquier economía que no adopte las medidas está en riesgo de mediocridad. Claramente, en Chile hay una batería de medidas bajo análisis y parece haber la voluntad de mejorar el crecimiento, haciéndolo más sustentable, ojalá diversificando la economía y, aún más importante, invirtiendo en los factores humanos, mejorando la educación. No creo que eso  calce dentro de la nueva mediocridad.

Pero si concordamos en que Chile era una especie de símbolo del éxito económico, ¿no está ahora pasando por un mal momento?

No se me ocurre ninguna economía en el mundo, tal vez la excepción sean algunos países africanos, en donde no se vea una reducción del patrón de crecimiento que se esperaba antes de la crisis.

Desarrollados y emergentes

Las potencias en el mundo han perdido fuerza ¿Seguirá siendo débil y dispareja la recuperación global por un período largo?

No olvidemos que la economía global está creciendo. Tendemos a enfocarnos en lo frágil y en lo amenazada que luce la economía global, pero crece. Nuestro pronóstico es que probablemente crecerá un poco más de 3% este año y que el próximo lo hará en un 3,8%. Entonces, no es que se encuentre detenida.

¿Dónde están los riesgos?

Los riesgos son la combinación del incremento del riesgo político, de la divergencia en las políticas monetarias y la incidencia indirecta que podrían tener en países que han recibido flujos de capital, más lo que he llamado la nueva mediocridad.

¿Qué pasa con Latinoamérica?

La situación en Latinoamérica es algo diferente porque hay más inflación que en Europa o Japón, lo cual requiere de una política monetaria distinta, y menor crecimiento, pero crecimiento a fin de cuentas. Y en algunos países, no en todos, el índice de desempleo ha bajado. No es necesariamente el caso de Chile, en donde se mantiene alrededor del 7%. El cuadro cambia dependiendo de cada país.

Pero, he identificado la nueva mediocridad como una de las amenazas si quienes diseñan las políticas públicas no toman las decisiones correctas porque no creo que la economía global esté condenada inevitablemente a ir a esa nueva mediocridad. Si los encargados de implementar las políticas toman las decisiones correctas, con la visión de aumentar un crecimiento creador de empleos, puede evitarse.

¿Y cuáles serían las consecuencias de este cuadro para los mercados emergentes?

Creo que estamos en una gran fase de transición en donde países que han vivido un gran crecimiento guiado por las exportaciones. Pienso en China, una gran economía exportadora, avanzando gradualmente hacia la integración de la cadena de valor, menos dependiente de la segmentación de la cadena de suministro en la región, mirando más hacia dentro, habiendo realizado muchas inversiones y ahora moviéndose hacia el consumo, viendo así que la tasa de crecimiento global del país decae en el tiempo, del 10% de hace 6 ó 7 años al 7% actual y tal vez menos en el futuro.

Lo mismo sucede en los países de Latinoamérica: muchos de ellos han dependido de una industria extractiva. Chile es un ejemplo. Y todas las inversiones que fueron a la minería y todo el crecimiento que generó la minería, bueno, claramente esto se hará más lento porque los commodities tendrán menos demanda y la economía chilena cambiará en el curso del tiempo. Y Brasil pasará por el mismo fenómeno, claro que con una economía mucho más grande y enormes políticas sociales que han sacado a muchas personas de la pobreza en los últimos 10 años.

¿Cree que la normalización de la política monetaria estadounidense hará aumentar la volatilidad en los mercados financieros globales? 

Hemos pasado por un período de volatilidad increíblemente baja, por lo que probablemente regresemos a lo normal, que significa cierta volatilidad.

La normalización de la política monetaria estadounidense, tras terminar su programa de compras y relajamiento cuantitativo, implicará usar los instrumentos más tradicionales, las tasas de interés, y hace presumir que en el corto a mediano plazo las tasas de largo plazo en Estados Unidos tenderán a subir.

Las tasas más altas probablemente inducirán el traslado de capitales desde donde están hoy para regresar a Estados Unidos. Ante esta predecible volatilidad, los países de economías emergentes se pueden preparar trabajando en sus fundamentos macroeconómicos, asegurándose de tener amortiguadores, una política monetaria adecuada y reservas disponibles con el objeto de resistir episodios de volatilidad excesiva. Lo bueno, es curioso decirlo así, es que en mayo de 2013 y luego un poco en octubre, tuvimos señales y especies de ensayos de que podía haber pánico. Pero vimos que aquellos países que reaccionaron con rapidez y eran sólidos casi no sufrieron ningún efecto.

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