Divergencias en el Consejo de Seguridad de la ONU retrasan posible solución en Siria

Rusia adelantó que vetará cualquier decisión que considere "inaceptable", mientras que Hillary Clinton los emplazó a "meditar y tomar una decisión".




Los desacuerdos entre los países que integran el Consejo de Seguridad de la ONU, están retrasando la implementación de una posible solución frente al problema que vive Siria. Así, desde el viernes, el grupo se encuentra inmerso en reuniones, que el día martes incluyeron a representantes de la Liga Arabe.

Entre los países que más altos han puesto en el proceso, se encuentra Rusia, que como integrante permanente del Consejo tiene el poder de veto frente a las decisiones que se tomen. Incluso han adelantado que se interpondrán a cualquier decisión que consideren "inaceptable".

"Si el texto puede agravar el conflicto, lo consideramos inadecuado y no permitiremos que sea aprobado", manifestó el representante ruso en la ONU, Vitally Churkin. Además, los rusos han dejado claro a lo largo de las reuniones que se opondrán a cualquier decisión que implique una sanción unilateral contra Damasco.

Una de estas decisiones unilaterales, sería la decisión de países como Reino Unido, Francia y Alemania, de exigir la dimisión del presidente sirio Bashar Al Assad, en favor de su vicepresidente.

China, en tanto, también es miembro permanente del Consejo y según han adelantado sus representantes, buscan "una solución apropiada a la crisis siria, dentro del marco de la Liga Arabe".

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, emplazó a estos países, al comentar, durante la reunión, que "o se está de parte del pueblo sirio o se apoya una dictadura bestial". "Cada miembro del Consejo de Seguridad debe meditar sobre tal cuestión y tomar una decisión", añadió.

Clinton continúa diciendo que "según el plan de la Liga Arabe, Siria debe también liberar a todos los ciudadanos detenidos arbitrariamente, devolver al ejército y a las fuerzas de seguridad de sus cuarteles, y otorgar acceso completo y sin obstáculos a los observadores, trabajadores humanitarios y periodistas".

Por su parte, Siria ha adelantado que rechazará toda decisión que se tome fuera de la Liga Arabe, comentando, mediante su embajador en la ONU, que de aprobarse la resolución de quitar al presidente del poder, se tratará de "una descarada violación" de la soberanía del país.

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