Eduardo Infantino: "Falta una generación nueva, la gente se aburre"

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El ex técnico de Del Potro analiza el tenis argentino y el nacional tras el vacío sus generaciones doradas. El coach se refiere a las diferencias entre un jugador sudamericano y uno europeo y cómo reducirlas.




Camina junto a sus pupilos Bolelli y Giannessi por los pasillos del Club Manquehue. Eduardo Infantino (52), ex entrenador de Juan Martín del Potro, no se queda quieto. Hasta el año pasado, fue el director de los centros de la Federación Italiana de Tenis. Dice haber dejado ese importante cargo por el exceso de trabajo. Hoy se encuentra a cargo del centro de tenis italiano en Sudamérica.

Llevó a Nalbandián al puesto 4º del ranking mundial y a Del Potro lo instaló en el 40º en 2006. ¿Cuál es la clave para un exitoso entrenador?

Entender bien la forma para entrenar a cada jugador. Todos son diferentes. Si bien algunos son similiares en la base, y existen normas como disciplina, orden de trabajo o sistemas de entrenamiento, cada jugador tiene sus propias características y hay que saber adaptarlas a lo que necesita el tenis. Muchos jugadores creen que el tenis debe adaptarse a ellos, pero es al contrario: los tenistas se deben adaptar al tenis.

¿Qué le parece el regreso de Del Potro al circuito?

Es un aire fresco para el tenis. Hacían falta jugadores como Del Potro. La gente se comienza a aburrir de los dos o tres que siempre están dando vueltas. Hace falta una generación nueva. Se nota que Djokovic está bien, pero no tanto como antes. Los jóvenes son los que tienen que irrumpir. Pero siento que ya vienen atrasados, porque los muy buenos ya deberían estar más arriba. Como Raonic, Dimitrov, Nishikori o Thiem, para mí el mejor parado.

¿Por qué tanta diferencia entre un jugador sudamericano y un europeo?

En los últimos años Sudamérica no supo ver algo que pasó en el tenis. Cuando Argentina o Chile tenían jugadores muy importantes, no había esta irrupción de jugadores que antes estaban del otro lado del muro de Berlín. Rusos, serbios y de todos los países del Este entraron al circuito. Unos se fueron para Cánada, o Suiza como Wawrinka, y el mundo se abrió. Y físicamente, esos jugadores son animales son superdotados. Y los sudamericanos se quedaron con la misma mentalidad y no se dieron cuenta de los cambios que estaban pasando. Si ven los tipos como Coric, Zverev, son tipos de allá.

¿La diferencia pasa por un tema de mentalidad?

No, yo pienso que hoy en día las generaciones cambiaron. No sé si Sudamérica tiene el nivel de entrenadores y preparadores físicos de antes. Y a eso hay que sumarle esta nueva generación. No te digo súper raza, pero físicamente son casi superhéores. Sacan músculos cuando respiran. Tienen una gran elasticidad y potencia. Todos vienen con buenas bases coordinativas, de trabajo. Y en este sentido, Sudamérica se descuidó un poco. Por eso esta diferencia entre ambos jugadores. Y se nota dentro de la cancha.

¿Qué solución puede achicar las diferencias?

La COSAT debería hacer un plan entre Brasil, Argentina y Chile para potenciar toda la región en cuanto a la cantidad de torneos, la selección de entrenadores extranjeros para asesorar. Realizar un plan técnico entre la región y hacer cosas nuevas.

¿Y a Chile cómo lo ve?

Lo veo bien. Si Chile pone en conjunto toda la experiencia que tienen sus personas en el tenis, el futuro es excelente. El mundo del tenis está difícil. Las federaciones de Sudamérica deberían trabajar más en conjunto, hacer proyectos en conjunto, que los mismos jugadores los hagan entre ellos. Se achicarían costos y tendrían mejores equipos de trabajo. Viajar con preparadores físicos de alta calidad, pero compartidos. Hacerlo individualmente es imposible.

Tanto Chile como Argentina tuvieron una época dorada, pero después no vinieron éxitos.

Ambos países no le dieron el valor al porqué tenían tantos buenos jugadores. En esa generación hubo tres fenómenos. Ríos, el mejor, Nalbandián y Coria. Y ahora Del Potro. Fueron cuatro cracks. Pueden pasar 50 años para que salgan jugadores así en los dos países. Mi sensación es que había mucho trabajo atrás. Massú lo hizo con entrenadores argentinos. También González en su momento, trabajando con Stefanski, que le hizo grandes cambios tácticos. Siento que sólo se le dio importancia al jugador, pero no al trabajo de los equipos que estaban detrás. Con preparadores físicos excepcionales y entrenadores que ahora están trabajando afuera, tanto de Chile como de Argentina. Creo que habría que ir atrás y entender por qué se dio ese gran nivel y aplicar el mismo trabajo. Ver cómo trabajó Ríos en su momento. Pero creo Chile tiene gran posibilidad, muy buenos jugadores.

¿Qué le falta a Chile para dar el paso a la élite?

Hay que dar tiempo a los entrenadores para que los metan. Y a los Jarry, Garin, Lama... Pero los veo bien.

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