El alza del petróleo, ¿un shock como el de 2008?
La crisis en Medio Oriente gatilló que el precio del crudo Brent llegara a US$112 por barril esta semana. Aunque se prevé que las tensiones continuarán, los análisis dicen que los efectos se limitarían a la región. Por ahora, el impacto no sería relevante en Occidente.
No es extraño que esta semana algunos mercados temblaran ante el alza del precio del petróleo a más de US$110 por barril (Brent). En el ciclo alcista de 2008 bastó cuatro días para que la cotización del crudo pasara de US$110 a US$120. Y para que llegara US$ 132 tomó siete jornadas.
Esa dinámica significó un incremento de 20% en dos semanas, cuando un alza igual previamente había tomado casi cuatro meses (desde US$83 por barril de noviembre de 2007 a los US$ 100 de la mitad de marzo de 2008).
El precio del petróleo llegó finalmente a un peak de US$ 144 por barril en octubre de ese año.
Para esa fecha, la inflación en el mundo ya era un problema. Y, en Chile, estaba fuera de control: el IPC llegó a 9,9% en 12 meses durante ese mes, y la tasa de interés del Banco Central llegaba a 8,25%.
El colapso de Lehman Brothers ese mes vino a frenar esa espiral, pero al costo de una crisis crediticia en todo el mundo.
La mayoría de los análisis dicen que las tensiones en Medio Oriente no cesarán pronto, pues aún quedan en la región regímenes de legitimidad social cuestionada.
Al tratarse del área que produce un cuarto del petróleo a nivel mundial, la presión sobre el crudo está ya descontada. La postura pesimista ve ante esto un viento de frente a las inicipientes señales de reactivación en las economías desarrolladas, como Estados Unidos y Alemania.
Y también ven presiones inflacionarias adicionales a las que enfrentan las economías emergentes, lo que les restaría tracción como motores del crecimiento global.
Pero hay visiones menos alarmistas que, por ahora, no ven en la coyuntura razones para temer un shock como el de 2008.
El impacto económico del Norte de Africa y Medio Oriente, zona conocida como MENA, no es importante (representan un 2% del intercambio global), en tanto que la producción petrolera en países en crisis es escasa. También, se requeriría un alza adicional del crudo de 30% para crear desajustes importantes en Occidente, señalan otros cálculos.
1. AMENAZA EN LA REGIÓN
En lo que va del año dos gobiernos en el Norte de Africa han sido derrocados: el del tunecino Zine El Abidine Ben Ali, quien en 1987 se hizo con el poder tras un sangriento golpe de Estado, y el del egipcio Hosni Mubarak. Ahora los ciudadanos libios quieren derrocar a Muammar Gaddafi, mientras se verifican protestas en Irán, Bahrein, Yemen y se reportan disturbios sociales también en Djibouti y Camerún.
El valor de los seguros contra defaults sobre deuda soberana (CDS) de la región han aumentado considerablemente. El el caso de Catar, y Bahrein, en 22% y 44% en lo que va del año, respectivamente.
En Arabia Saudita los CDS valen un 60% más que a principios de año. El país es el segundo principal productor de crudo en el mundo, después de Rusia, según los datos de la Opep.
El temor de la realeza saudita es tal, que esta semana Riyad anunció un paquete de medidas como aumento de salarios en el sector público, becas académicas y mejoras en varios servicios por US$36.000 millones.
Aún así, "la familia real difícilmente podrá sdeguir negando voz política a los ciudadanos indefinidamente", dice un informe de la Economist Intelligence Unit.
Aunque los análisis no terminan de determinar si la tensión se va a espiralizar o se detendrá en algún momento; si derivará en democracia en Medio Oriente o en estados fundamentalistas, dos temores adicionales e inmediatos han surgido.
La consultora en riesgo geopolítico Stratfor alertó esta semana del riesgo que los protestantes libios se empecinen contra países que tácitamente apoyan al Estado libio. En ese caso, el primer blanco serían los activos de petroleras multinacionales, sedes diplomáticas e incluso otras empresas y cadenas hoteleras.
Un segundo temor surgió esta semana: Nigeria. El presidente Goodluck Ebele Azikiwe Jonathan asumió interinamente tras la muerte de su predecesor. Habrá elecciones generales en abril.
"La situación sigue tensa entre una violencia continuada y podría deteriorarse conforme se acerquen las elecciones", dice un análisis de Barclays Capital.
El país es responsable de una producción aún más importante que la Libia (1,8 millón de barriles diarios, según la Opep).
2. ¿PRODUCCIÓN EN RIESGO?
El impacto en el precio del petróleo de las tensiones en MENA ha sido acentuado e igualmente intenso que al inicio de la fase alcista de 2008. Mientras en 2008 el precio del crudo Brent demoró 26 días en pasar de los US$ 100 por barril a los US$ 110, en las últimas semanas ha tardado 25 días.
Sin embargo, este aumento podría tener mucho de sobrerreacción. La producción petrolera de la región dista hasta ahora de estar amenzada, dice un informe del Institute for International Finance (IIF) emitido esta semana.
Entre los seis países que presentan los mayores disturbios, Irán es el principal productor de crudo, con 3,7 millones de barriles diarios. Eso equivale al 13,3% de la región Medio Oriente-Norte de Africa, pero sólo al 4% de la producción global. Libia representa apenas un 1,8% de la producción mundial, el doble que Egipto.
La producción argelina es aún inferior a la de Libia (1,5%), y aquellas de Yemen y Bahrein son marginales (0,3% y 0,2% de la producción mundial, respectivamente.
Estas producciones son relativamente tan bajas que la capacidad de producción inutilizada de Arabia Saudita más que duplica la producción total de Libia, de 1,58 millones de barriles diarios, dijo una autoridad saudita al Financial Times el viernes. Y el país está dispuesto a usar esa capacidad de ser necesario, añadió esa autoridad.
Así, "la mayor parte de los efectos económicos serán contenidos en la misma región MENA", dice el análisis del IIF. Aún así, "el contagio a productores de petróleo más importantes (como Arabia Saudita o Nigeria) en la región podría presentar un riesgo mayor para el panorama global", advierte.
Mientras eso se mantiene aún como una posibilidad, la crisis, concretamente, no ha impactado en la llegada de petróleo a los países compradores.
Durante los peores días de la crisis en Egipto se temió por la fluidez del tránsito del petróleo entre MENA y Europa, a través del Canal de Suez, cuyo control ostenta ese país. Mientras esa vez el tránsito se mantuvo normal, hasta ahora no se han confirmado los reportes de que el paso de petróleo hacia Europa vía oleoductos entre Libia e Italia se ha interrumpido.
Estos argumentos motivaron a Barclays a mantener sus proyecciones de precio en un rango de US$ 87-96 el barril (Brent) este año, valor que solo subiría a $105 en 2012.
3. CONTAGIO A OCCIDENTE
No sólo en las economías emergentes la inflación se ha aparecido como una nube de tormenta. En los países del G-3 (EEUU, Europa y Japón), el IPC se ha elevado hasta los niveles más altos desde 2008. Eso es producto, primero, del alza del precio de los alimentos, y más recientemente del encarecimiento del petróleo en un 30% durante los últimos seis meses.
Ante esa situación, no ayuda que el gasto nominal en petróleo como porcentaje del PIB de Estados Unidos se mantenga sobre su promedio de largo plazo.
Pero de todas maneras el aumento de los indicadores subyacentes (excluidos alimentos y combustibles) "se mantiene modesta", dice el IIF, mientras la alta tasa de capacidad ociosa presente en el mundo desarrollado es un argumento contra los pesimistas sobre la inflación.
Así, un crecimiento global robusto, la abundante liquidez y una mayor confianza en la recuperación de Estados Unidos han tenido un efecto poderoso en los mercados globales. El precio del crudo Brent ha subidio 30% desde mediados de 2010, pero el alza ha sido igual al avance del mercado accionario estadounidense.
Luego, actualmente el precio de la gasolina en EEUU se halla en US$3,25 por galón (3,8 litros) y solo si llega a un rango de entre US$4 y US$5 podría tener un impacto negativo en esa economía, dice la influyente consultora Cumberland Adviosors, de Nueva York.
Hasta que esa situación se empiece a materializar faltan unos US$30 de encarecimiento del petróleo a nivel global, calcula el IIF.
Sucede que por cada dólar que sube el crudo, la gasolina en Estados Unidos se eleva 2,5 centavos, calcula Moody's. De acuerdo con esa aritmética, un petróleo a US$140 encarecería a US$4/galón la bencina americana.
Una válvula de escape antes de que eso suceda en Estados Unidos es el uso de las reservas estratégicas de petróleo en ese país, materia que ya se ha empezado a discutir.
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