El duro quiebre de Vettel y Webber que remece la Fórmula Uno

El incidente del Gran Premio de Malasia, donde el alemán Sebastian Vettel le arrebató el triunfo a su compañero, el australiano Mark Webber, ignorando las órdenes del equipo Red Bull, no se olvida.

Han pasado dos semanas y la molestia, en vez de disminuir, se ha agudizado. Especialmente luego de que el teutón manifestara su nulo arrepentimiento por lo sucedido y justificara su accionar, afirmando que "yo respeto las órdenes de equipo, pero Mark no se merece que lo ayude, porque él no lo ha hecho nunca cuando lo he necesitado".

Estas palabras tienen que ver con lo sucedido en el último Gran Premio de Brasil,  donde Webber se mostró muy agresivo y poco colaborador en un momento en el que estaba en juego la corona de la temporada.

"¿Si fue una venganza? Indirectamente se puede entender así", expresó secamente el actual campeón del mundo.

Asimismo, explicó por qué se disculpó al subirse al podio en Sepang: "Recibí una llamada por la radio, pero no entendí qué me decían. Por eso, pedí perdón. Si me creen o no, eso ya no es cosa mía. Eso me hubiera creado un gran conflicto, porque en primer lugar debería haber hecho caso al equipo. En ese sentido, lo hice mal y no tengo ningún problema en admitirlo".

Por otro lado, Webber reconoció que "Malasia no es un episodio aislado, sino que ese escenario se ha dado muchas veces en el pasado".

Christian Horner, jefe de escudería, no cree que el tricampeón de la  Fórmula Uno haya menospreciado su autoridad. "No creo. ¿Lo volvería a hacer? Creo que lo pensaría dos veces. Pero tal y como (Vettel) explicó ayer (jueves), hay una historia entre ambos: no es algo nuevo", manifestó.

Horner le quitó dramatismo a la situación y dijo que para él, la de Vettel y Webber "es una rivalidad sana".

Ayer, en la madrugada de Chile (tarde en China), Felipe Massa, de Ferrari, fue el más rápido en la tanda de entrenamientos. En la segunda ronda de prácticas, el brasileño cubrió los 5,4 km del trazado en 1'36''717.