El Louvre estrena 5.000 metros cuadrados para exponer las "Artes del Islam"
En el lugar el prestigioso museo parisino exhibirá una colección integrada por 18.000 obras creadas en tres continentes y con más de 1.200 años de historia, donde destaca "El Píxide de al-Muguira".
El Museo Louvre comenzó hoy una densa semana de actos inaugurales del departamento de Artes del Islam y de sus nuevos 5.000 metros cuadrados, donde expondrá bajo una manta ondulada de vidrio y metal una colección integrada por 18.000 obras creadas en tres continentes y 1.200 años de historia.
De ellas se exhiben de momento 3.000 obras maestras, muchas de ellas por primera vez, procedentes de civilizaciones surgidas entre España y la India, entre los siglos VII y XVIII.
Junto con múltiples piezas de increíble valor, como "El Píxide de al-Muguira", urna de marfil de elefante que perteneció al príncipe hijo del califa omeya de al-Ándalus Abderramán III, las figuras estelares de esta inauguración son los arquitectos Mario Bellini y Rudy Ricciotti.
Juntos fueron artífices de varias proezas arquitectónicas que el presidente francés, François Hollande, inaugurará mañana y el público descubrirá a partir del sábado.
La primera de ellas fue la creación de un velo, red o tapiz alado de vidrio y metal dorado y plateado, sustentado por ocho pilares inclinados de 30 centímetros de diámetro.
Esa "manta", como también se le denomina, cubre solo parcialmente el Patio Visconti, construido entre los siglos XVIII y XIX, sin ocultar sus muros.
"Quisimos dar legibilidad recíproca" a las fachadas históricas y al arte museístico. Es el viaje de los persas a París contado por Montesquieu, sobre la singularidad recíproca y la mirada intercambiada que "obliga a aceptar las respectivas diferencias", subrayó a Efe Ricciotti.
La segunda hazaña fue la excavación de doce metros en el subsuelo del Patio Visconti, de donde sacaron "inmensas cantidad de metros cuadrados de tierra", tras inyectar cemento a muy alta presión en las fundaciones de los muros del Louvre, gracias a una técnica francesa puntera llamada "jet groutin", explicó Bellini.
Con la capa ondulada parcialmente metálica y translúcida, añadió, "todo baja, nos situamos en el espacio", en una legibilidad absoluta y, finalmente, "en una escala gráfica de tipo geométrico, respecto a la representación de las obras del islam", donde la figura humana está muy poco presente.
"Aunque cuando se ven las obras expuestas se ve que la figura esta presente" y con influencias de religiones exteriores, destacó el arquitecto, quien junto con Mario Bellini firmó la concepción museográfica del lugar.
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