El mausoleo de Lenin cerrará sus puertas para reparaciones por "gravísima deformación"

Es la primera vez que el lugar, ubicado  en la mismísima plaza Roja, es sometido a trabajos de reparación a gran escala, aunque los arquitectos insistieron en que no se trata de la reconstrucción del inmueble.




El mausoleo de Lenin de Moscú, que acoge desde 1924, el cuerpo del fundador del Estado soviético, cerrará sus puertas durante varios meses debido a una "gravísima deformación" del edificio.

La erosión que sufre el suelo del edificio debido a las constantes precipitaciones amenaza la estabilidad del mausoleo, que se encuentra en la mismísima plaza Roja, junto a las murallas del Kremlin, según informaron hoy arquitectos e ingenieros.

Debido a su permeabilidad ante la lluvia y la nieve, el edificio se ha inclinado sobre una de sus esquinas, lo que está afectando peligrosamente su revestimiento exterior, aseguró hoy en conferencia de prensa Olga Galanicheva, arquitecta del proyecto.

Debido a la falta de impermeabilidad, en varias partes del mausoleo incluso se ha concentrado agua, y las dos letras "N" de la palabra "LENIN" inscrita sobre la entrada están a punto de caerse, según el diario "Moskovski Komsomolets".

Por todo ello, los trabajos de reparación se centrarán principalmente en recuperar la homogeneidad de los cimientos del edificio y su impermeabilidad.

"Nuestra misión es conservar el suelo (bajo el edificio) para prevenir futuros cambios en la construcción. Estoy seguro de que para abril habremos terminado el trabajo", dijo Stanislav Kriuner, subdirector de la compañía Ateks, encargada del proyecto.

Es la primera vez que el mausoleo de Lenin es sometido a trabajos de reparación a gran escala, aunque los arquitectos insistieron en que no se trata de la reconstrucción del inmueble.

Durante la reparación el mausoleo de mármol rojo será cubierto por un carpa con forma de cúpula con el fin de no alterar mucho el paisaje de la plaza Roja, el centro histórico, político y turístico del país.

El vocero del Servicio de Seguridad del Kremlin, Serguei Deviatov, aseguró que la momia de Lenin no será trasladada a otro lugar durante las obras, ya que éstas se centrarán en la reparación de la fachada y el exterior del edificio.

"El estado del cuerpo de Lenin es más que satisfactorio. En febrero están previstos trabajos de mantenimiento del cuerpo de Lenin que serán realizados en el interior del mausoleo", dijo.

El mausoleo ya cerró sus puertas a mediados se septiembre para que los ingenieros pudieran evaluar la gravedad del estado del edificio de mármol y granito.

"Tanto desde el punto de vista de la seguridad, como por motivos éticos, no habrá visitas. Sólo tendrán acceso al edificio los constructores, los restauradores, los proyectistas y los especialistas que trabajan en el mausoleo", apuntó Deviatov.

Deviatov insistió en que el cierre no tiene ninguna relación con el estado de la momia del líder bolchevique, que es visitada todos los años por cientos de miles de personas.

Desde que fue construido el mausoleo por orden del sucesor de Vladimir Ilich Ulianov "Lenin" (1870-1924), Josef Stalin, el mausoleo ha sido sometido en pocas ocasiones a reparaciones profundas, como en el caso de la construcción de la tribuna exterior.

El mausoleo suele cerrar durante un par de meses cada año y medio para que el cuerpo embalsamado del fundador de la Unión Soviética sea sometido a un retocado por un grupo selecto de especialistas.

Sin contar estas obligadas ausencias, la momia de Lenin ha permanecido desde el 1 de agosto de 1924 en el mausoleo a excepción de 1.360 días durante la Segunda Guerra Mundial, cuando fue evacuada a Tiumén, en Siberia.

El mausoleo ha sido objeto de peregrinación desde la muerte de Lenin en 1924, tradición que se mantiene incluso después de la caída de la URSS, aunque cada año las visitas descienden y aumentan las voces partidarias de poner fin a este "culto anacrónico".

La oposición liberal y los activistas de derechos humanos han abogado siempre por enterrar el cuerpo embalsamado del fundador de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en un camposanto.

En cambio, el líder ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que Lenin yacerá en el mausoleo a los pies del Kremlin hasta que una mayoría clara de rusos manifieste públicamente lo contrario, para evitar una división de la sociedad.

El nuevo ministro de Cultura de Rusia, Vladimir Medinski, reabrió la polémica este año al manifestarse a favor del entierro de la momia.

"Lo más importante ahora es educar a la gente: decir que Lenin mismo no quería yacer en un mausoleo y que sus familiares rogaron que no fuera así", afirmó.

Actualmente, aseguró "el 60-65% de la población respalda mi postura personal. Y este porcentaje puede llegar al 90 si se lleva a cabo una labor educativa como corresponde".

Aunque Lenin no dejó testamento, su viuda, Nadezhda Krupskaya, se opuso a la exposición del cuerpo de su marido y dijo que el líder bolchevique había expresado su deseo de descansar junto a su madre y hermano en el cementerio Vólkovskoye de San Petersburgo.

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