El Monumental pasa la prueba, pero tiene tareas para la Copa América

El martes, el Monumental rendía una prueba. El estadio de Colo Colo había sido designado la semana anterior como una de las subsedes de la Copa América 2015, por lo que el amistoso de Chile y Uruguay era un buen parámetro para medir su funcionamiento, en un partido al que asistió un público distinto al que sigue periódicamente al equipo popular.

Con 40 mil personas en las tribunas, el recinto de Macul pasó el examen, pero los albos tendrán algunas tareas por realizar antes del certamen continental, que se disputará en junio del próximo año.

José Roa, jefe del plan Estadio Seguro, evaluó que "hay cosas que corregir como los accesos y el control de identidad de los extranjeros, que en este partido fueron pocos, pero que en la Copa América serán mucho más numerosos. Debe ser más rápido. También se debe resolver el problema de la visibilidad en las primeras corridas de asientos de los sectores Cordillera y Océano, y en parte de las galerías".

La principal inquietud de las autoridades, que es compartida por la ANFP y por Blanco y Negro, es el exceso de rejas en el coliseo, lo que contraviene la recomendación de FIFA de, incluso, retirarlas, como acontece en las principales ligas en el mundo y en las competencias internacionales de mayor prestigio.

En ese sentido, Roa propone que "exista una combinación entre seguridad y bienestar. En Océano y Cordillera funcionan bastante bien las protecciones transparentes de acrílico. Quizás en las galerías se podría replicar esa idea, claro que con una mayor altura".

También se insistirá en la capacitación de los guardias y en la obligación de respetar las vías de evacuación, considerando que hay espectadores que insisten en ocupar las escaleras, como sucedió, en menor medida, en el choque entre la Roja y la Celeste.

Tanto en Macul como en Quilín asumen que el Monumental requerirá una adecuación. Apenas se confirmó que el reducto recibirá el torneo continental, comenzaron las reuniones de coordinación entre la organización del evento, la ANFP y el directorio del Cacique, que encabeza Arturo Salah, para tratar el asunto.

Las tres partes coinciden en que deberán compartir los gastos de la reestructuración, pero aún no han determinado el monto de la inversión ni la fórmula para dividir los costos.

La condición privada de estadio aleja la opción de recibir aportes estatales, como los que se han inyectado en el resto de los escenarios elegidos para la Copa.

En ByN desdramatizan el asunto. Explican que las modificaciones anteriores se han efectuado pensando en competencias de este nivel y agregan que su estadio ha albergado grandes eventos deportivos, como la Copa Libertadores, y que, en el plano de selecciones, ya ha sido utilizado en Eliminatorias y en amistosos, por lo que no deberían tener problemas para sortear el cuaderno de cargos.