El nuevo gigante de China

En sólo cuatro años, la marca Xiaomi pasó de ser un emprendimiento chino a superar a Samsung como el mayor fabricante de teléfonos en China y el quinto a nivel global.




Hasta antes de 2010, Xiaomi era sólo una palabra china que significa "arroz pequeño". Hoy, aun cuando sigue manteniendo ese significado, se ha convertido además en el sinónimo de uno de los éxitos tecnológicos más importantes del mercado tecnológico en China.

Fraguada por el empresario llamado Lei Jun, la compañía nació con la idea de lanzar celulares de muy altas prestaciones a costos muy bajos. Un modelo que hasta ahora les ha resultado y de manera sorpresiva.

Según cifras de la consultora Canalys, en los últimos tres meses Xiaomi superó a Samsung como el smartphone de más ventas en China, un mercado tan grande que también le permitió convertirse en el quinto mayor actor en el mundo de estos equipos, con un 5% de participación del mercado.

Su éxito, sin embargo, por ahora sólo se basa en el mercado local. Hasta hoy sólo han exportado 100 mil unidades a otros países, pero el éxito en China ya despertó su apetito para una conquista global, pese a las críticas de sus modelos, acusados de plagiar a otras marcas, especialmente el iPhone de Apple.

Muchas de las elecciones de los diseños están tomadas de productos como los Galaxy S y el iPhone. De hecho, el Xiaomi Mi4 es el primero que posee un diseño de acero y bordes redondeados, muy parecidos a las terminaciones del iPhone.

También se ha detectado en los materiales de prensa y publicitarios el uso de imágenes de archivo para mostrar el tipo de fotos que pueden tomarse con su cámara.

Cada vez que Jun es consultado sobre su similitud con iPhone, replica que la diferencia entre Apple y Xiaomi es que mientras la compañía fundada por Steve Jobs crea productos y luego espera que sus usuarios se adapten a su uso, Xiaomi es creado y pensado sobre la base de los comentarios de sus clientes.

Xiaomi realiza estudios de mercado y encuestas en la web para determinar cuáles son las funciones y características que los mismos usuarios quieren para sus equipos.

El negocio de Xiaomi, en rigor, es más parecido a lo que hace Amazon, donde las ganancias no se dan por las ventas del dispositivo, sino por los servicios asociados. Por ejemplo, tiene su propia versión de Android, llamada MIUI, que mezcla lo mejor de los sistemas de Samsung con los de Apple. Allí la compañía ofrece desde servicios de mensajería hasta discos duros virtuales e, incluso, un sistema de televisión por streaming.

Así es como año a a año lanzan un equipo "estrella" bajo la línea Mi. Comenzaron con el Mi1S, al año siguiente el Mi2, el año pasado el Mi3, y este año, en julio, el Mi4, en una presentación que le valió a Lei Jun ganarse el apodo de "el Steve Jobs chino" (ver recuadro).

Usando esta fórmula, la empresa ha logrado vender más de 50 millones de equipos en cuatro años, superando incluso a marcas chinas exitosas como Huawei o Lenovo. Las ventas también lo han alzado como el quinto actor del mercado mundial, tras Samsung, Apple, Nokia y Huawei, desplazando a LG.

EL SIGUIENTE PASO

Pero la conquista de China es sólo el primer paso. Si bien para Lei Jun su apuesta es a largo plazo, y no se imagina en una apertura a la bolsa por lo menos en cinco años más, la internacionalización sí está siendo considerada como parte de su estrategia.

De hecho, el año pasado, la compañía hizo noticia y logró reconocimiento internacional cuando se anunció que Hugo Barra, durante años portavoz de Android en Google, dejó la compañía para unirse a este nuevo gigante chino, para hacerse cargo, precisamente, de su expansión global.

La labor de Barra, hasta ahora, se ha circunscrito en mercados internacionales cercanos a China, como India o Singapur, pero se espera que para este año la compañía extienda sus brazos a 10 nuevos países, como Brasil, México y Rusia.

La tarea no será fácil: se estima que sólo 100 mil celulares de la marca fueron vendidos al extranjero en el último trimestre, menos del 1% del total de teléfonos vendidos por la compañía.

Por ahora, la tarea se realiza mediante importadores no oficiales de la compañía, que traen los equipos de forma directa a varios países, incluido Chile.

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