El Papa se asoma a ventana para ver intensa nevada sobre Roma

La intensa y copiosa nevada que cae sobre Roma, ciudad en la que raramente nieva, atrajo hoy la atención del Papa Benedicto XVI, que se asomó a la ventana de su departamento para ver el manto blanco que cubría la plaza de San Pedro del Vaticano.

Radio Vaticano subió en su página web una foto desde el interior de la estancia papal, en la que se ve a Benedicto XVI mientras mira a través de cristal de la ventana a la plaza de San Pedro, en la que se divisa el obelisco y el gran abeto de Navidad que desde el pasado mes de diciembre se alza en la misma y que todavía no ha sido retirado.

La nevada ha sorprendido al Vaticano mientras desmontaban el tradicional Portal de Belén construido en la plaza de San Pedro y que el Vaticano mantiene instalado -siguiendo el calendario litúrgico- hasta el 2 de febrero, fiesta de la Candelaria y de la presentación del Señor en el Templo, apunta Efe.

La copiosa nevada, que ha causado diferentes problemas en la vida de la capital italiana, no han impedido que el papa Benedicto XVI mantuviera la agenda prevista, pues hoy recibió a un grupo de obispos estadounidenses que se encuentran en visita "ad limina apostolorum", la que realizan los prelados de todo el mundo cada cinco años al pontífice.

Benedicto XVI también recibió en audiencia al cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el viejo Santo Oficio.

La que sí ha sido aplazada es la audiencia que tenía previsto conceder mañana, sábado, Benedicto XVI a unos siete mil jóvenes miembros del Servicio Misionero Juvenil italiano (SERMIG) en el Aula Pablo VI del Vaticano.

FRANCIA
En tanto, un hombre de 82 años, enfermo de Mal de Alzheimer, murió debido al frío en el departamento de Moselle, en el este de Francia, consigna Ansa.

Treinta y cinco departamentos franceses están hoy bajo vigilancia especial. Según Patrick Galois, meteorólogo de Meteo France, el frío -acompañado por vientos glaciales- debería durar entre cinco y seis días más.  En París brilla el sol, pero los expertos no excluyen la llegada de la nieve en los próximos días.