El retorno del autor de Trainspotting: Filth, la película del sucio policía
Se estrena en Gran Bretaña la cinta basada en Escoria, de Irvine Welsh.
Amsterdam es el reposo del guerrero para el detective Bruce Robertson. Lo que no puede comer, beber, fumar, violar o introducirse por la nariz en Edimburgo lo hace en la capital de Holanda, paraíso de las libertades para este funcionario misántropo, autodestructivo, racista y piedra en el zapato del Departamento de Policía de su ciudad. Amsterdam es también, y probablemente no por casualidad, la ciudad de las vacaciones de Irvine Welsh, el autor de Escoria, la novela donde Bruce Robertson es amo y señor.
Ejemplo de un tipo de autor con pluma coloquial y con bastante venta en Escocia, Irvine Welsh se hizo conocido en 1993 con su primera obra, la novela Trainspotting. Aquel trabajo se consolidó con la gran ayuda de la exitosa adaptación que el realizador inglés Danny Boyle realizó en 1996 con Ewan McGregor y Robert Carlyle. Era básicamente la historia de los siete muchachos que escapaban al tedio y la vida miserable de los años 80 en Edimburgo a través de la heroína, el alcohol, las peleas y, a veces, algunas muchachas.
Este año, Irvine Welsh (que cuando no está de vacaciones en Amsterdam vive, según él, una "existencia de clase alta" en Chicago) hará ruido por dos razones: se publica en español a fin de año su novela Skagboys, precuela de Trainspotting, y se estrena la película Filth: la versión fílmica de Escoria (1998), cuyo título en inglés era Filth.
El filme llega a salas británicas el 27 de septiembre, pero ya está disponible en la red el primer trailer de la cinta dirigida por el inglés Jon S. Baird. Como suele pasar con los largometrajes basados en obras de Welsh (hay tres), él mismo es el productor y el plan es reeditar el éxito de Trainspotting o al menos el de Viaje ácido (1993), basado en libro de cuentos Acid house.
Filth, aún sin fecha de estreno en Chile, es la historia de este sargento (James McAvoy), con problemas mentales, que en el trailer aparece como un evidente candidato a tratamiento psiquiátrico severo. Las imágenes hablan: mucha cocaína, sexo sadomasoquista con colegas, vodka en la mañana, en la tarde y a la once. Robertson sólo quiere ascender en la escalafón de la policía y para ello ocupa métodos execrables. Además, debe resolver un caso que tiene connotaciones de crimen racial, pero él mismo es un ejemplo de intolerancia y chauvinismo.
En la película, tal como sucedía en la novela, el incorrecto policía sólo le hará caso a un conocido: la lombriz solitaria que crece en su intestino y que tiene sus propios y extensos diálogos. Es evidente que Robertson, cuyo lema es "cuando uno es el que aplica la ley, es más fácil romperla", necesita internarse.
La llegada de esta cinta sucede al mismo tiempo que Danny Boyle, el director de Trainspotting, anunció que dirigirá Porno (2002), la novela de Welsh que significó la secuela de su exitoso volumen de los 90. En Porno, aún sin elenco y con fecha de estreno para el 2015, retornan los personajes de Sick Boy y Renton (Johnny Lee Miller y Ewan McGregor en la película). Han pasado 10 años y tras el fracaso de un pub que manejaba Sick Boy, deciden dedicarse a producir películas pornos con la ayuda de una estudiante de cine que al mismo tiempo puede ser una dotada actriz de los desnudos.
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