Elena Myers: la motociclista que se retiró por una agresión sexual

Elena Myers asomaba como una de las grandes promesas del motociclismo estadounidense. Con 16 años se convirtió en la primera mujer en ganar una carrera del AMA Pro Racing y a los 20 destacaba en el circuito norteamericano. Sin embargo, un grave incidente frenó su ascendiente carrera. Y sólo hasta ahora, un año después de que tomara la decisión de retirarse, se supo cuál fue el verdadero motivo de esta drástica determinación: una agresión sexual.

"Como la mayoría sabe, no corro desde 2015. Muchos me han preguntado: '¿Por qué no?', pero nunca he respondido completamente. La verdad es que tenía miedo de hablar de ello por el miedo a perder el apoyo de amigos, familia, fans, patrocinadores y mi comunidad de las carreras. También pensé que podía enterrar la verdad, dejarla atrás y seguir adelante como siempre he hecho. Pero estaba equivocada y ya no puedo callarme más", partió señalando la deportista en su cuenta de Facebook.

La motociclista había sufrido una caída en una carrera en New Jersey, que la dejó con hinchazón en una rodilla y dolor en la espalda. Por eso, contrató al fisioterapeuta Jerome McNeill, quien la trató en un hotel de Filadelfia, donde ella se encontraba alojada con su madre.

"Un día después de la última carrera de 2014, fui agredida sexualmente por un masajista terapéutico en el spa del Loews Philadelphia Hotel. Informé de la agresión a varios empleados del spa y del hotel, pero nadie me ayudó. Este artículo, que sale hoy en Philadelphia Magazine, es un comienzo para compartir la dolorosa verdad sobre lo sucedido durante y después de la agresión", afirmó.

"Comenzó a tocarme mis genitales por encima de los calzones y a apretarme las nalgas. Me quedé en shock. Él era mucho más grande que yo y no quería que fuera a más. Fue terrorífico", describió sobre el comportamiento de su agresor, quien en 2007 había sido denunciado por acoso sexual. Además, también fue detenido por la violación de una niña de 12 años, pero fue absuelto tras la desaparición de un testigo clave. El año pasado, otra mujer también lo demandó, pero el caso se resolvió a través de un acuerdo extrajudicial.

"Solía ser una persona muy feliz. Muy extrovertida, nunca había tenido problemas. Entonces me convertí en una persona asustada que no podía reconocer. Tenía ataques de ansiedad. No era algo propio de mi carácter. Ahora mismo no tengo ganas de volver a las motos, pero eso puede cambiar", relata Myers, quien decidió no acudir a la Policía en un primer momento, aunque después cambió de idea al saber que otra mujer había denunciado al mismo masajista por acoso sexual.

Su confesión termina con un llamado a denunciar estos actos: "Espero que esto ayude a que otros hombres y mujeres en circunstancias similares consigan la ayuda necesaria para lidiar con el trauma de una agresión sexual. Por favor, no se callen".

La motociclista entabló diversas demandas, tanto contra el hotel como contra su agresor. Sin embargo, todavía no hay una resolución al respecto.