Embajador de Reino Unido: "Ninguna firma británica me ha planteado los casos de BG o Anglo para no invertir"
Dice que el conflicto logró solucionarse una vez que las partes pudieron negociar a puerta cerrada y descarta efecto negativo en relaciones comerciales.
A las puertas de ingresar a su último año a la cabeza de la embajada del Reino Unido en Chile, Jon Benjamin analiza las relaciones comerciales entre ambos países, las que califica como óptimas y con altas posibilidades de profundizarlas, y no tiene inconvenientes en abordar las disputas del último año entre empresas estatales chilenas (Codelco y Enap) y privadas británicas (Anglo American y BG). Dice que son casos puntuales y que fue clave la marginación de los gobiernos en ambos procesos.
¿Cómo está la relación comercial entre Chile y Reino Unido?
Son buenas. Desde 2005 el comercio de productos se quintuplicó, y en los servicios creció al doble. Eso es muy importante. Las inversiones son otro aspecto importante. Seguimos siendo el cuarto mayor inversionista en Chile, gracias a la minería, y sabemos que mantener esa posición es difícil, dado el interés de empresas de Asia en llegar a Chile. Además, por más que el nombre de Anglo American quedara un poco dañado por el tema de la disputa con Codelco, han creado 10 mil empleos, invertido varios miles de millones de dólares y entregado al país impuestos que son muy importantes.
¿Ve factible que las inversiones de empresas del Reino Unido se diversifiquen en Chile?
En estos sectores hay ciertos nichos y áreas. Hay ingeniería muy avanzada vinculada con la astronomía. Las nuevas fuentes de energía renovables. Nos gustaría apostar en aumentar esas inversiones. No se trata de inventar nuevas áreas, sino que lograr nuevos nichos. En servicios financieros nos gustaría que Londres juegue un papel relevante en manejo exterior de los fondos chilenos. Hay más de US$200 mil millones entre fondos soberanos y fondos mutuos.
¿La disputa entre Anglo y Codelco afectó la relación comercial entre ambos países?
No creo. Por supuesto que después de esa disputa, Anglo debe recuperar su posición dentro de Chile, pero es una posición fuerte y ha contribuido mucho a las arcas fiscales. No afectó negativamente, porque el tema de la opción que quería ejercer Codelco es un caso único y no existen casos semejantes que nos preocupen. Siempre enfatizamos de que se trataba de una disputa comercial y no política entre gobiernos. Antes de solucionarse, hubo casos judiciales ante los tribunales y en un par de esos casos ganó Anglo. Es poco imaginable en otros países de la región que una empresa extranjera pudiera ganarle a una entidad estatal ante los tribunales. Eso reforzó la buena imagen de Chile.
¿Cómo vieron el rol del gobierno chileno y cómo funcionó la relación con la embajada?
Automáticamente las posturas de ambos gobiernos tuvieron que ser distintas. Codelco le pertenece al Estado y Anglo es 100% privada. Después de unos intercambios a nivel político, ambos gobiernos logramos no politizar el tema. En el comienzo hubo algunos comentarios un poco nacionalistas, pero se creó el espacio para que las dos empresas negociaran. Mi impresión personal es que hubiesen podido llegar mucho antes al mismo acuerdo sino se hubiese librado una guerra mediática, porque eso endurece las posturas. De igual manera cuando surgió la disputa entre BG y Enap, lo primero que aconsejábamos era bajar la temperatura y dejar espacio para un acuerdo.
¿Pero cuál fue el rol que cumplió la embajada? ¿Hacer recomendaciones, consultas?
Por supuesto, dentro de la diplomacia, que muchas veces tiene que ser confidencial, podemos consultar de una manera informal con las figuras más importantes en Chile, pero la verdad no es que Anglo ni BG hayan tratado de involucrarnos demasiado. Nuestro deber es explicar cuál es nuestra postura y luego calmar los ánimos para crear el espacio en que ellos, no nosotros, negocien una solución.
¿Y en términos de imagen, estos casos generan anticuerpos para invertir en el país?
Para mí no existen pruebas ni siquiera anecdóticas de eso. Ninguna compañía británica me ha planteado el caso de Anglo o BG como para no invertir o hacer negocios en Chile. En ningún caso.
En el caso de Lan-Malvinas, tienen un foco de atención ahí...
Aquí es un poco al revés, porque en las islas, que no se llaman Malvinas sino que Falkland, estamos involucrados como Estado y es una empresa comercial. De igual manera no espero que Lan realice dichos vuelos como un favor político, si es que no genera utilidades. Lan es una empresa privada y va a tomar sus decisiones por razones comerciales. No creemos que influya el tema político, y más encima la mayor comunidad extranjera residente en las Islas Falkland son los chilenos, que representan un 8%-10% de la población, y ese servicio es importante para ellos.
¿Cuáles serán las prioridades de su gestión en su último año?
En el marco de la visita del Presidente se firmó un acuerdo para colaboración en ciencias e innovación, queremos ver la posibilidad de colaborar en muchos temas. Acabo de reunirme con todos los británicos de Starup Chile, queremos impulsar más participación británica, firmamos un acuerdo acerca de la colaboración científica en la Antártica, que al igual que en la astronomía, se trata de una tremenda colaboración internacional un poco desconocida, también en la enseñanza del inglés. El porcentaje de los chilenos adultos capaces de comunicarse fluidamente en inglés es bajo, y al ser Chile uno de los países más vinculados al libre comercio se supone que se requiere una mejora en la enseñanza.
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