Un empate inducido por el juez
Everton y Cobresal sufren con el pésimo arbitraje de Hermosilla. Los viñamarinos dejan pasar la cima y los mineros miran el descenso.
Cuando dos equipos que se enfrentan y están peleando, por un lado el campeonato y por el otro el descenso, cada detalle cuenta. Si además hay un pésimo arbitaje, todo es peor. Y hoy vaya que pudieron dar fe de aquello Everton y Cobresal. Porque los mineros, aunque no hacían un buen partido, se las ingeniaban para mantener en cero su arco ante un cuadro viñamarino que llegaba ilusionado con la cima del Torneo de Clausura a la altura de El Salvador. Y que al final, con demasiados errores del árbitro, no lograron el objetivo con que llegaban a la Región de Atamaca, por
Con un juego lento y cansino en la elaboración durante la etapa inicial, el dueño de casa más intentaba llegar al arco rival con contragolpes que, encima, carecían de sorpresa. Y los oro y cielo, con su libreto bien aprendido y estudiado desde el semestre pasado, dominaban el trámite del partido, aunque sin generar mucho riesgo. Lo tuvo Wilson Morelo a los 19', pero desvió increíblemente un cabezazo en área chica y sin marca. El destino le tenía dispuesta otra oportunidad. Una que llegaría injustamente. Los mentados detalles que atormentan a Cobresal.
Pasa que a los 25 minutos el juez Ángelo Hermosilla vio una mano inexistente de Miguel Escalona y cobró penal. La pelota pegó en el hombro del zaguero, quien encima recibió amarilla por esa acción. Error enorme del juez que, sin lugar a dudas, condicionó el partido y provocó que Morelo, ahora sí, no perdonara a Cuerdo y abriera la cuenta. Lo más difícil, el hacer caer la valla del local, ya estaba hecho. Merecimientos había, sí, pero la forma es la que sepultó el ánimo de los dirigidos por Emiliano Astroga. La incómoda posición en la tabla acumulada, donde van colistas absolutos y a más de un triunfo de distancia de quienes los anteceden, ronda constantemente en sus cabezas. Un yerro arbitral lo hace todo más cruel. Y le puso más peso a la mochila del compromiso de este sábado.
Y cuando ya son dos errores del juez, los dos perjudicando a Cobresal, todo se pone más duro. El camino se transforma más cuesta arriba para quien lo padece. Porque a los 55' un tiro libre ejecutado por Julio Grondona dio evidentemente en la mano de Dylan Zúñiga. Todo dentro del área de los de la V Región. Era una clara falta que bien pudo cambiar el norte del compromiso.
Y quizás para redimirse del penal no cobrado, Hermosilla otra vez erró y pitó una falta que nunca fue en contra de Grondona a los 71'. Desde los 11 metros, el propio delantero vio cómo Lobos contenía su remate. Después, a los 86', otro regalo, otro penal para los cobresalinos. Y otra vez Lobos atajó, aunque el rebote le quedó servido a Sebastián Gallegos (invasión previa al penal mediante) y logró el empate 1-1. Justiciero, sí, pero ambos goles del partido llegaron por obra y gracia del árbitro.
Por eso ninguno se fue feliz. Porque Everton, aunque sigue invicto en el Clausura, no pudo posicionarse como líder transitorio, a la espera de lo que hicieran hoy Colo Colo e Iquique. Tampoco termina contento Cobresal, que sigue en el último puesto de la tabla acumulada y se acerca peligrosamente al abismo del descenso. Hubo dos rivales que se jugaban grandes cosas. El protagonista, eso sí, fue Ángelo Hermosilla y sus errores.
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