Empresa con más porcentaje de evasión en Transantiago adelanta medidas de seguridad
Subus dice tener el 30% del no pago de pasajes en la capital, por lo que instalar torniquetes y otras medidas están dentro de su programa 2012.
El anuncio de que las empresas operadoras del Transantiago serán las responsables de terminar con la evasión en el pago de pasajes, trajo de inmediato interrogantes tanto a los conductores, como a los usuarios.
Es por eso que Subus, que tiene 43 recorridos dentro de la capital, ya tiene claro cuáles serán algunas de las medidas que se pondrán en funcionamiento una vez que comiencen a regir los nuevos contratos. El uso de torniquetes está dentro del plan para el año 2012.
La gerente de Asuntos Corporativos de la empresa, Claudia Brandes, dijo a La Tercera que "aún se están estudiando varias medidas para disminuir la evasión de tarifas, como el uso de torniquetes, zonas pagas más sencillas, validadores en las segundas puertas de los buses y perfeccionamiento de los cabezales".
Los torniquetes ya se han usado en otros operadores, los que muchas veces de igual manera son burlados por los usuarios. En cuanto a la modernización de los cabezales- lugar en donde los buses esperan comenzar los recorridos, no necesariamente del inicio- la idea es que los usuarios puedan esperar al bus más cómodamente y pagar antes de subir a la máquina.
Brandes explicó que la inversión para tomar estas medidas es alta, sin embargo, tal como anunció el Ministerio de Transportes, las empresas recibirán un premio en dinero, lo que evidentemente será una recuperación de lo invertido.
En cuanto al rol de los conductores en la evasión, Subus indicó que no le entregarán el control de ésta a los trabajadores, quienes deberán seguir trabajando "sólo en conducir".
Con respecto a Alsacia, la empresa podría entregar la próxima semana algunas medidas antievasivas de pasajes. Sin embargo, hasta pocos días culminó una de sus providencias en esta materia, como fue el uso de puertas que sólo abren en una dirección, como las que se usan en el metro, para evitar que los usuarios suban por la última puerta del bus.
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