Energía Austral: "El rechazo a HidroAysén no es un precedente"
La otra eléctrica de Aysén destaca el mensaje del gobierno sobre el rol de los recursos hídricos del sur. La firma sigue con la evaluación de la línea de transmisión submarina de la central Cuervo.<br>
A 45 kilómetros al noroeste de Puerto Aysén, en el área donde se localizan los lagos Yulton y Meullín, se planea instalar la central hidroeléctrica Cuervo. El proyecto es gestionado por Energía Austral, un joint venture entre el grupo suizo Glencore y la empresa australiana Origin Energy.
Después del rechazo que en junio sufrió HidroAysén por parte del Comité de Ministros, la central Cuervo -con una capacidad instalada de 640 MW y una inversión que se estima superior a US$ 800 millones- heredó varios carteles: hoy es el principal proyecto hidroeléctrico aprobado ambientalmente que se quiere ejecutar en el país; es también el desarrollo eléctrico más relevante contemplado para la Región de Aysén y es, además, la mayor iniciativa hídrica que se impulsa desde la inauguración de Ralco, en 2007. Cuervo, también, se convirtió en uno de los proyectos clave que hoy está bajo la lupa de la organización ecologista Patagonia sin Represas, férreos opositores a HidroAysén.
El proyecto Cuervo ha recorrido un largo camino. Completa más de siete años desde que inició su tramitación ambiental. No obstante el tiempo transcurrido, en la firma eléctrica están confiados en que la iniciativa no correrá la misma suerte que HidroAysén. "El rechazo a HidroAysén no creemos que sea un precedente. Las autoridades han sido muy claras y contundentes en afirmar la importancia que tiene para Chile el desarrollo de los recursos hidroeléctricos, destacando el rol que pueden jugar los recursos de Aysén, desarrollados en un marco de sustentabilidad y trabajo con las comunidades. Energía Austral está absolutamente en línea con esto", asegura Alberto Quiñones, gerente general de Energía Austral.
A fines de agosto, la Corte Suprema ratificó la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de Cuervo, otorgada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en septiembre de 2013. En la compañía valoran la sentencia. "Es tremendamente relevante para seguir avanzando en el desarrollo del proyecto. Es un hito contundente, sin embargo, recibimos este fallo con mesura y con la tranquilidad que otorga lo que consideramos es un trabajo bien realizado", destaca Quiñones.
Si bien la iniciativa cuenta con aprobación ambiental, en la empresa admiten que aún le restan algunas instancias que sortear: el Comité de Ministros, ante el cual fueron presentadas 11 reclamaciones administrativas contra la RCA de Cuervo, y el Tribunal Ambiental, donde hay una reclamación contra el pronunciamiento favorable del Sernageomin.
"Tenemos plena confianza en la información proporcionada a las autoridades competentes en el proceso de evaluación ambiental del proyecto", sostiene Quiñones.
En Energía Austral también están conscientes de que "las instancias legales y la judicialización son parte del contexto actual para el desarrollo de proyectos de inversión en Chile", dice el ejecutivo. Tal como se ha hecho hasta ahora, agrega, "la empresa está disponible para aportar toda la información que requieran las autoridades en el marco de estos procesos".
De desarrollarse, Cuervo representaría el 4% de la actual capacidad instalada del Sistema Interconectado Central (SIC), que va de Taltal a Chiloé y abastece al 94% de la población.
Definición del trazado
En lo inmediato, en la firma eléctrica están concentrando los esfuerzos en la definición de la línea de transmisión, tendido de unos 800 kilómetros que unirá la planta hidroeléctrica con el SIC y que permitirá conducir la energía desde el sur del país a la zona central.
Inicialmente, HidroAysén y Energía Austral compartirían parte del trazado de la línea de transmisión para reducir los impactos en el medioambiente y habían evaluado hacer un tramo vía submarina.
Tras el rechazo a HidroAysén, Energía Austral continúa el análisis de esa posibilidad.
"Estamos abocados a evaluar una opción mayormente submarina, que se extendería entre la comuna de Aysén y la Región de Los Lagos, para conectar ahí con el SIC", precisa Quiñones. En este contexto, explica el ejecutivo, la empresa está desarrollando análisis de tipo técnico, social y ambiental. "En principio, los estudios ambientales preliminares que se desarrollaron durante el verano y los estudios técnicos de batimetría y perfiles sísmicos efectuados durante la primera parte del año, no muestran impedimentos técnicos para el desarrollo de esta opción", comenta.
Sin embargo, aclara Quiñones, aún quedan otros estudios técnicos que efectuar, de mayor especificidad, para hacer una evaluación económica adecuada de la alternativa submarina. Por lo mismo, la empresa aún no cuenta con la información suficiente para estimar la inversión que requerirá el trazado.
"Por ahora, no hay una ruta ni puntos de aterrizaje o lugares de instalación de infraestructura definidos", afirma. Para llegar a las definiciones que están pendientes, añade, "estamos haciendo igualmente un análisis multicriterio, que considera factores sociales, ambientales, técnicos y económicos".
En Energía Austral dicen que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del tendido eléctrico no estará concluido en el corto plazo. "Una vez que se haga la definición sobre la alternativa de transmisión preferida, estimamos que el EIA tomará dos años en desarrollarse", detallan.
En todo caso, dice, si bien tanto Glencore como Origin mantienen su convicción respecto de la relevancia y el aporte de la iniciativa, cualquier decisión de inversión por parte de los socios, se tomará considerando el nivel de avance del proceso de aprobación ambiental del sistema de transmisión, señalan en Energía Austral.
En paralelo al diseño del proyecto de transmisión, Energía Austral está desarrollando un plan de trabajo tendiente a cumplir con los 185 compromisos establecidos por la autoridad en la RCA de Cuervo y que están referidos a la instalación de infraestructura turística en el sector de Bahía Acantilada, la mantención mensual de la Ruta X520, que une Puerto Aysén con Bahía Acantilada, y la reducción tarifaria de la energía para quienes consumen 2 MW o menos en la región.
Oposición de comunidades
Para evitar abrir eventuales flancos de conflicto con las comunidades en el proyecto de transmisión, Energía Austral puso en marcha, en septiembre de 2013, un proceso de diálogo temprano entre Aysén y Puerto Montt. Este acercamiento, explican en la firma, busca identificar las preocupaciones y visiones de comunidades indígenas, pescadores artesanales, autoridades locales, ONG con intereses en la zona, asociaciones empresariales y expertos del sector, entre otros, de modo de incluir estas consideraciones desde las primeras etapas del diseño del proyecto de transmisión. "Hemos realizado más de 100 conversaciones con los distintos actores", subraya Quiñones.
En opinión del ejecutivo, la oposición al desarrollo de estos proyectos es parte del proceso de cambio que vive la sociedad. "La diferencia de opiniones y la oposición a determinadas iniciativas son parte de una sociedad que está cada vez más informada, que es más participativa y que tiene una mirada acerca de la sustentabilidad del desarrollo, los beneficios, temas ambientales, etc. Como Energía Austral, tenemos certeza de que hemos desarrollado un buen proyecto para ofrecer a Aysén y al país", plantea Quiñones.
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