Escocia: Salmond lanza último llamado a independencia en hora decisiva

Las encuestas de opinión dan un resultado muy ajustado, con una ventaja mínima a los unionistas de un 52 frente a un 48 por ciento que brega por separarse de Reino Unido después de más de 300 años.




El jefe de gobierno de Escocia, Alex Salmond, apeló hoy a los escoceses a tomar el futuro en sus manos, en un llamamiento de última hora antes del crucial referéndum sobre la independencia de mañana, mientras las encuestas reflejaban una ajustada ventaja del "no", que impide hacer pronósticos certeros.

Ambas partes competían intensamente este miércoles hasta último momento por reunir más votos. En las grandes ciudades hubo manifestaciones a favor del "sí" y del "no" respecto de la pregunta "¿Debe ser Escocia un país independiente?".

 Las encuestas de opinión dan un resultado muy ajustado, con una ventaja mínima a los unionistas de un 52 frente a un 48 por ciento que brega por separarse de Reino Unido después de más de 300 años. 

Casi 4,3 millones de los residentes en Escocia (97 por ciento del censo electoral) se han registrado para votar este jueves. Aún hay un 14 por ciento de indecisos que podrían inclinar la balanza en cualquiera de los dos sentidos.

Si gana el "sí", Escocia sería independiente a partir de marzo de 2016. La más reciente encuesta del Instituto Opinium para el periódico "Daily Telegraph" daba hoy una mayoría mínima al "no" a la separación, con un 52 por ciento, frente al 48 por ciento a favor.

Las cifras coinciden con otro sondeo del Instituto ICM para el diario "The Scotsman", aunque en ambos casos no se tiene en cuenta la cifra de indecisos. Si se los considera, las cifras son de un 45 por ciento en contra de la independencia y un 41 por ciento a favor.

"Es el momento más grande, de mayor empoderamiento que algunos de nosotros tendremos nunca", subrayó Salmond, al tiempo que pidió a los ciudadanos confiar en sí mismos e ignorar "las historias de miedo cada vez más desesperadas y absurdas" que proclama Downing Street.

 "Sepan que votando por el 'sí', lo que tomaremos en nuestras manos es una responsabilidad como ninguna otra, la responsabilidad de trabajar juntos para hacer de Escocia la nación que puede llegar a ser", escribió. 

En una entrevista con la radio de la BBC, insistió en que en caso de que gane la independencia negociará con Londres en un espíritu de "amistad entre camaradas" y rechazó la insistencia del gobierno británico acerca de que no aceptará mantener una unión monetaria con una Escocia separada de Reino Unido.

"El viernes, cuando el 'sí' haya ganado su campaña, y yo espero que lo haga con un margen decente, encontrarán a los políticos de Westminster (el Parlamento en Londres) cantando una canción bien diferente", aseguró.

También insistió en que Escocia será bienvenida en la Unión Europea (UE), rechazando las declaraciones como las del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, acerca de que el país tendría que volver a pedir su ingreso en el bloque. En España se sigue muy de cerca el referéndum por las aspiraciones independentistas de Cataluña.

En la otra vereda, Alistair Darling, líder de la campaña a favor de la unión "Better Together", subrayó que el voto por el "sí" sería "una tragedia" y acusó al sector independentista de haber usado "canalladas" en su campaña.

"Lo que él (Salmond) está haciendo es como un montón de las canalladas que se producen en esta campaña, es sugerir de alguna manera que sólo puedes ser escocés si apoyas a Alex Salmond", indicó.

"Eso no es verdad. Hay escoceses patriotas, ferozmente patriotas, hay mucha gente que vive en Escocia que hace los correcto diciendo: 'No, gracias'", afirmó a la BBC el que fuera ministro del Tesoro británico.

Hará falta "muchísimo trabajo" para curar las divisiones causadas por el referéndum, se lamentó. Rechazar la independencia ofrecerá "un cambio más rápido, seguro y mejor dentro de Reino Unido que los años de confusión que seguirán a mañana si votamos por dejar Reino Unido".

En una medida considerada ampliamente como un gesto de temor ante el avance del "sí", el primer ministro conservador británico, David Cameron, y los otros dos líderes de los principales partidos ofrecieron a Escocia ampliar sus atribuciones en una carta abierta publicada el martes.

Darling reconoció que hay diferencias entre los partidos sobre qué poderes traspasar a Edimburgo, pero recordó que eso ya ocurrió antes del referéndum de 1997 que le devolvió a Escocia su Parlamento.

En una entrevista con el "Times" publicada hoy, Cameron rechaza las críticas a su decisión de haber permitido el referéndum y haber optado por una única pregunta, y se opone a las peticiones de dimisión surgidas incluso desde sus propias filas conservadoras. En la carta abierta ofreció a los escoceses amplia autonomía si rechazan la independencia, aunque no era necesario incluir esta opción en la consulta popular, se defiende.

Cameron reconoció que una transferencia de poder a Edimburgo trae aparejados problemas constitucionales, porque a diferencia de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, Inglaterra no tiene un Parlamento regional. Al ser interrogado sobre si la perspectiva de perder mañana le quita el sueño, el primer ministro responde: "Por supuesto que sí".

 Muchos pubs escoceses han pedido permiso para permanecer abiertos toda la noche en el día de votación. El recuento se llevará a cabo durante la noche y el resultado se espera para primera hora del viernes. 

Reino Unido no cuenta con una organización federal clara de su territorio. En el Parlamento nacional de Westminster se da una situación particular, ya que los representantes escoceses pueden votar sobre leyes que afectan sólo a Inglaterra, pero algunos de los asuntos que atañen sólo a Escocia son decididos en su parlamento en Edimburgo.

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