En España aterrizan a Sampaoli: "Tiene ideas respetables pero no revolucionarias"

Jorge Sampaoli

El DT argentino se ha llevado elogios en su llegada al fútbol español. Sin embargo, cuestionan que su estilo de juego sea algo único.




Tras su llegada a Sevilla, Jorge Sampaoli se ha llevado numerosos elogios por su propuesta de juego que ha dejado a los blanquirrojos en la tercera posición de la Liga, peleando muy de cerca con Barcelona y Real Madrid.

Sin embargo, desde España aterrizan su planteamiento. "Los piropos hacia su propuesta, autoproclamada ofensiva, recurriendo siempre hacia esos lugares comunes que «son querer la pelota», «ser protagonista», «mirar hacia la portería contraria», etc... se desparramaron sobre el argentino como en su día lo hicieron sobre Marcelo Bielsa o Josep Guardiola", señalan en El Mundo.

Esa propuesta "termina por generar en el espectador imparcial la sensación de que ellos, en este caso Sampaoli, son el único camino para disfrutar del fútbol", analizan.

Con esto se logra que, "para sus fans, cualquier decisión que termine bien es, sencillamente, una genialidad. Otra cosa son las que terminan mal", continúa el texto.

"Por ejemplo, las que tomó ayer. La introducción de Ganso, intrascendente hasta ahora en el equipo, o Correa -igual- se unió a la falta de respuesta ante la presión alta, altísima, del Real Madrid. Dijo Sampaoli en la previa que quería tener mucho tiempo el balón y que quería tenerlo, además, en campo contrario. Ni lo uno, ni lo otro. El Sevilla fue un equipo terrenal, superado con creces por el Madrid, y no hubo ni rastro de genialidades", sostienen.

"¿Significa lo de ayer que Sampaoli es mal técnico? No. Es un buen entrenador con unas ideas muy respetables, pero en ningún caso revolucionarias ni, por supuesto, infalibles. Porque, más allá de los prejuicios, todos los entrenadores del mundo quieren la pelota (otra cosa es cómo la administran), quieren ser protagonistas (para bien) y quieren mirar hacia la portería rival (porque todos quieren ganar)", sentencian.

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