España da por desarticulada célula que atentó en Barcelona y Cataluña lo niega

El rey Felipe de España visitan a los heridos
El rey Felipe de España y la reina Leticia visitan a los heridos en el Hospital del Mar, en Barcelona.

El ministro de Interior de Cataluña, Joaquim Forn, negó que la célula terrorista hubiera sido desmantelada. Las autoridades mantuvieron el nivel 4 de alerta antiterrorista por la falta de evidencias de otro posible ataque.




La aparente sintonía entre el Ministerio del Interior español y el gobierno de Cataluña tras los ataques terroristas de Barcelona se quebró este sábado. Hasta ahora, el gobierno les había cedido todo el protagonismo mediático a las autoridades catalanas. Durante la jornada se reunió la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista a primera hora, con todos los principales responsables de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y posteriormente compareció el ministro de Interior Juan Ignacio Zoido en La Moncloa. Tras esa reunión con "los especialistas", Interior dio "prácticamente por desarticulada la célula" que atentó en Cataluña, dejando de momento 14 muertos y más de un centenar de heridos.

Solo unos minutos más tarde, en Barcelona, la policía catalana contradijo esta afirmación. "No vamos a desmentir ni a confirmar al gobierno. Pero Mossos d'Esquadra (la policía regional) lidera esta investigación, en coordinación con la Policía Nacional y La Guardia Civil. Nosotros informaremos cuando consideremos que la célula ha sido desactivada", dijo Albert Oliva, el portavoz de la policía. "La conclusión que teníamos hoy en la mesa es que prácticamente podemos decir que la célula ha quedado totalmente desarticulada. Sí, podemos decir que la célula está de-sarticulada", dijo Zoido.

Fuentes del departamento de Interior insisten en que esa ha sido la conclusión de la mesa en la que el representante de los Mossos estaba presente y que esa afirmación está basada en que "esa célula, como tal, ha quedado desarticulada, porque la mayor parte de sus miembros están muertos o detenidos".

En todo caso, al menos el autor material del ataque más mortífero, el conductor de la furgoneta que arrolló a los viandantes en La Rambla, continúa huido.

Tras los Mossos también el gobierno de Cataluña contradijo al gobierno central, al sostener el consejero de Interior, Joaquim Forn, que la célula no está desactivada, porque "faltan dos o tres personas que pueden ser importantes por detener". "El golpe de Cambrils fue importante para de-sarticular la célula, vamos orientados, pero sólo han pasado 48 horas", señaló.

Las autoridades catalanas se manejan ahora con cautela con la información, después de que el jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, dijera en la primera rueda de prensa tras el atropello masivo en la Rambla que "no se esperaban más atentados en las próximas horas o días", y sin embargo, poco después se producía el ataque en Cambrils.

El desencuentro entre la administración central y catalana, larvado, se evidenció este sábado aunque en su comparecencia el ministro Zoido ha querido remarcar que es la policía catalana la que "lidera" las actuaciones bajo la dirección de la Audiencia Nacional. Y, paradójicamente, ha subrayado la "perfecta coordinación" entre las fuerzas de seguridad.

El ministro ha comunicado, además, que el Ejecutivo decidió mantener el nivel 4 de alerta antiterrorista, vigente desde junio de 2015, aunque "reforzado".

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, comunicó la decisión personalmente a los representantes de los principales partidos políticos, que el próximo lunes están convocados a la reunión del pacto antiyihadista.

El gobierno, tras la reunión de forma extraordinaria de la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista, descartó elevar la alerta al nivel 5, el máximo previsto, que supone la participación del Ejército, a pesar de que al menos un terrorista integrante de la célula que ha atacado en Cataluña permanece huido (dos o tres según el consejero de Interior catalán). El gobierno quiere transmitir a la población un mensaje de "tranquilidad", aunque "el riesgo cero de atentado no existe", subrayó Zoido.

España se encuentra en nivel 4 de alerta por "riesgo alto de atentado" desde junio de 2015. La entrada en funcionamiento de este nivel ya supuso incrementar la vigilancia de las infraestructuras consideradas críticas -como estaciones, aeropuertos, centrales nucleares y eléctricas-, así como activar todas las unidades de las fuerzas policiales dedicadas a la prevención, investigación e información de la lucha antiterrorista.

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