Esteban Paredes tenía la llave del triunfo para Colo Colo ante Ñublense
El delantero anotó el único gol con que los albos superaron por la cuenta mínima a Ñublense. Los albos se sobrepusieron a la expulsión en el primer tiempo de Gonzalo Fierro
Si hay algo que se le puede reconocer a Esteban Paredes, dentro de su gran repertorio futbolístico, es hacer fácil lo que parece complejo. Y sobre todo, cuando la mayoría suele desaparecer de los partidos. El delantero anotó el único gol con que Colo Colo derrotó a Ñublense y volvió a encaramar a los albos entre los líderes del Clausura.
Paredes, quien reaparecía después de una lesión muscular, liquidó todo con un zurdazo espectacular, imposible de atajar para Damián Frascarelli. Ese tanto, de una calidad técnica soberbia, terminaría por resolver un partido que siempre lució complicado para el Cacique, que nuevamente debió sobreponerse a una tempranera expulsión, esta vez de Gonzalo Fierro.
La disposición táctica escogida por Héctor Tapia con tres defensores centrales y sin un organizador en el medioterreno, le quitó precisión en el juego. Todo parecía muy anunciado en ataque y solamente las apariciones por sorpresa de Gonzalo Fierro le hacían daño a la muy poblada defensa local.
Aunque no pasó mayores zozobras en el fondo en ese primer tiempo, Colo Colo no era capaz de generar jugadas hilvanadas en ataque. Ni Esteban Pavez ni Claudio Baeza, los dos mediocampistas más adelantados, sienten la función de organizador, por lo que todo quedaba supeditado a balonazos largos en busca de Felipe Flores y Juan Delgado, que casi siempre perdían los duelos individuales con los zagueros chillanejos.
La llegada más clara en ese periodo inicial fue un balonazo cruzado para Fierro, pero su posterior centro no fue conectado por ningún compañero en el corazón del área. Sería la más clara jugada de ataque, poco para lo que se espera de un equipo que pretende ser siempre protagonista.
Si ya el trámite del partido se le hacía complejo al cuadro albo, todo se complicó tras un error del árbitro Claudio Puga, quien en el último minuto del lapso inicial expulsó a Gonzalo Fierro por doble amarilla. El árbitro entendió que el capitán colocolino cortó con infracción una salida en contragolpe del local, cuando en realidad fue él quien recibió un manotazo en el rostro.
Con un hombre menos, el segundo tiempo se le hizo cuesta arriba a Colo Colo. Los cambios de Tapia, quien sacó de la cancha a Delgado y Flores, le quitaron peso ofensivo, más allá de que Esteban Paredes fue uno de los reemplazos.
Ñublense, que en todo el primer tiempo prácticamente no había visitado el área de Justo Villar, entendió que con un hombre de ventaja si podía aventurarse más en ataque.
Sebastián Varas comenzó a tener más compañía, especialmente de parte de Jonathan Cisternas, y el ingresado Emiliano Croce le dio más claridad el cuadro local desde su mejor visión de juego. Colo Colo empezó también a sentir el cansancio de la seguidilla de viajes y partidos en la última semana, por lo que cada vez más se fue alejando de la portería defendida por Frascarelli.
La figura de Julio Barroso, quien reaparecía después de una semana ausente, se acrecentaría con el correr de los minutos, mientras Pavez y Baeza intentaban corretear con lo que poco les quedaba en el tanque de oxígeno.
Parecía que todo apuntaba al empate. Pero como suele ocurrir en los momentos decisivos de Colo Colo, apareció la figura de Esteban Paredes para con un zurdazo desnivelar el marcador. Un ataque que inició el propio goleador, terminaría con el balón ingresando en un ángulo imposible de atajar por Frascarelli.
Golazo para alejar a los fantasmas y para volver a poner al cuadro albo entre los líderes del torneo. Y de paso, supone un golpe anímico muy importante de cara al duelo por Copa Libertadores del próximo miércoles ante Atlas de México.
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