Everton y O'Higgins empatan para Unión
El cuadro ruletero era el único equipo que postulaba a acompañar a la escuadra de Santa Laura en la punta del torneo de Transición. La igualdad 1-1 ante los rancagüinos, en el debut de Gabriel Milito en la banca celeste, le quitó esa opción.
El partido entre Everton y O'Higgins reunía varios elementos como para dedicarle una atención especial. El más importante, con seguridad, era la opción que tenía el cuadro viñamarino de alcanzar a Unión Española en la punta del Torneo de Transición. De hecho, la escuadra de Pablo Sánchez era la única que tenía opciones matemáticas para hacerlo. Guárdese el visto y póngale la cruz. El segundo, casi igual de trascendente, tenía que ver con los celestes, que estrenaban a Gabriel Milito en la banca. La llegada del ex zaguero del Barcelona busca remecer a los rancagüinos, quienes no suman triunfos en el torneo de Transición, del que, para peor, son los únicos colistas. Cruz roja, nuevamente, aunque, en rigor, sólo por el resultado. El 1-1 que se produjo en el Sausalito no sirvió desde el punto de vista estadístico, pero dejó una buena imagen.
La primera impresión favoreció a los celestes (que vistieron de blanco). En la primera muestra del estilo que busca imprimirles Milito, los rancagüinos dieron algunas señales de un estilo claramente influido por el paso de su nuevo técnico por el club de la Ciudad Condal. O'Higgins se distribuyó con un claro 4-3-3 y, en los primeros minutos, controló el juego a partir de los postulados de base en los azulgranas: la posesión del balón. Cuando no lo tuvo, presionó acertadamente y complicó al dueño de casa
Otro detalle: en escasas oportunidades los rancagüinos levantaron el balón, incluso a pesar de la presencia de Pablo Calandria en la ofensiva, un jugador que, por sus características físicas, incentiva a levantar la pelota. Ahora, el discurso es distinto: se llega al área rival a través de ataques construidos. El gol de Joel Acosta, en los 11', responde a esa prédica. El transandino encaró sobre la izquierda y, con el perfil cambiado (otro sello barcelonista-guardiolista) batió a Lobos. Eso sí, el gol estaba viciado por la posición adelantada de Alejandro Márquez, que obstaculizaba la visión de Eduardo Lobos.
Con ese plan, que daba tempranos resultados, Milito obligó a Vitamina Sánchez a replantearse. Los cambios estratégicos se notaron mucho más en la segunda fracción, cuando Everton adelantó sus líneas y obligó a O'Higgins al repliegue defensivo. Se activó Patricio Rubio y se transformó en un foco de permanente inquietud para la zaga celeste. A cinco minutos de iniciado el complemento, el juvenil Brian Torrealba derribó al ex ariete de Universidad de Chile cuando giraba en el área para impactar el balón. El juez Francisco Gilabert sancionó el penal con justicia. El mexicano Iván Ochoa eligió un colocado derechazo cruzado y batió a Miguel Pinto.
En los últimos minutos, el control quedó en manos del dueño de casa, que encerró a O'Higgins en su área. Ahí, el equipo de Milito mostró solvencia para encerrarse en su sector defensivo y resistir los embates del cuadro ruletero. Y lo hizo bien, porque, si bien no pudo obtener su primera victoria en el torneo, al menos logró su primera unidad. Y, de paso, le amargó la fiesta al anfitrión con un empate que sólo tuvo un favorecido absoluto: Unión Española. Gracias al 1-1, el equipo de Martín Palermo será el único líder hasta el próximo fin de semana.
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