Expedición encuentra flujos de agua a sólo mil kilómetros del Polo Sur
Un grupo científicos compuesta por brasileños y chilenos halló sorprendentes ríos de agua que se habrían producido por el aumento de la temperatura en el continente blanco.
Con un cargamento de equipos, muestras e interrogantes regresaron los integrantes de la expedición Criósfera, concebida por científicos brasileños y financiada por el Ministerio de la Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil, en el marco de actividades del Programa Antártico Brasileño (PROANTAR); contando con la participación y colaboración de científicos del Instituto Antártico Chileno (INACH) y de la Fundación CEQUA. En esta campaña desarrollada en el glaciar Unión, a 1.000 km del Polo Sur y en un sector a la latitud de 84º S, se registraron notables evidencias de cambios ambientales en el interior de la Antártica, a saber, verdaderos ríos de agua corriente causados por eventos esporádicos de aumento de la temperatura en una zona muy cercana al Polo Sur. Además, se instaló un módulo atmosférico para la medición de parámetros ambientales, transmitidos en tiempo real, y se extrajo un testigo de hielo de 100 metros de longitud, que permitirá conocer el clima del pasado reciente en la Antártica.
El Dr. Jefferson Simoes, Director del Instituto Nacional de la Criósfera de Brasil, el Dr. Jorge Arigony, Univ. Federal de Rio Grande de Brasil (FURG), y el Dr. Ricardo Jaña, glaciólogo del INACH e investigador asociado de la Fundación CEQUA, expusieron hoy los detalles de esta importante campaña polar en la que se instaló y dejó en funcionamiento un laboratorio automatizado y autosustentable (con energía obtenida de generadores eólicos y solares) para estudios de la atmósfera a solamente 670 km del Polo Sur Geográfico. Ese módulo, llamado "Criósfera 1", ya está transmitiendo datos meteorológicos y de química de la atmósfera directamente a Brasil. Esas informaciones serán esenciales para mejorar las previsiones meteorológicas en Sudamérica para estudios sobre el impacto de los cambios climáticos. El Criósfera 1 ya está midiendo la concentración de dióxido de carbono (CO2, principal gas invernadero) indicando un incremento de 40% desde el inicio de la Revolución Industrial (llegando a 386 partes por millón por volumen) y confirmando las mediciones ya realizadas en otros lugares remotos en el mundo.
La expedición Criósfera ha sido una misión interdisciplinaria que ha involucrado a 17 científicos de siete instituciones brasileñas y dos chilenas. El grupo vuelve a Brasil con muestras de un testigo de 100,5 metros de hielo que contarán la historia del clima y de los cambios en la química de la atmósfera en los últimos 300 años. También se efectuaron mediciones con sensores remotos y en la superficie del glaciar Unión para entender cómo el hielo está respondiendo a los cambios climáticos. Según el Dr. Simões, "es esencial darse cuenta de que Chile es el más cercano y que Brasil es el séptimo país más cerca de la mayor masa de hielo del planeta, dado que el 90% de la criósfera (el conjunto de la nieve y hielo del la Tierra) está en la Antártica. El volumen es tan grande que colocado arriba del Brasil podría cubrir todos los 8,5 millones de km 2 de su área con una capa homogénea de casi 3 km de espesor".
En relación a las mediciones con sensores remotos y en la superficie del glaciar Unión, el Dr. Arigony comenta que las actividades se concentraron en la validación de métodos de análisis de imágenes satelitales que permiten obtener informaciones acerca la dinámica de la nieve en la superficie (principalmente procesos de acumulación y ablación de la nieve) y del flujo de ese glaciar que es uno de los glaciares de descarga importantes del manto de hielo antártico.
El Dr. Ricardo Jaña agrega que "se registró un corto evento en el que se observó el escurrimiento de arroyos de agua corriente a sólo 1.000 km del Polo Sur, en uno de los glaciares que alimentan al glaciar Unión. Días después la zona se volvió a congelar, quedando los rastros de los cursos de agua, pero de todos modos fue un evento sorprendente que abre muchas preguntas sobre el efecto real del calentamiento global en esta parte del planeta".
La expedición fue una acción financiada por el gobierno brasileño (Ministerio de la Ciencia, Tecnología e Innovación - MCTI, Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico - CNPq y Frente Parlamentaria en apoyo al PROANTAR). Además de eso tuvo también el apoyo de la Secretaría Interministerial para los Recursos del Mar (SECIRM), la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), el Instituto Antártico Chileno (INACH) y la Fundación CEQUA.
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