Finaliza toma de rehenes en Argentina tras seis horas de negociaciones
Los delincuentes secuestraron a una familia en su hogar. Uno de los hijos alcanzó a escapar y dio aviso a la policía, que finalmente logró que los ladrones se entregaran.
Los delincuentes que mantenían como rehenes a los integrantes de una familia en Argentina se entregaron finalmente tras casi seis horas de negociar con la Policía y tener en vilo a todas las cadenas de televisión que transmitieron en vivo todo el secuestro.
Las señales de televisión mostraron cómo dos delincuentes se entregaron a los efectivos policiales tras haber liberado primero a una mujer y a su hija de 9 años y luego al padre de la familia tomada como rehén dentro de su propia casa, en la localidad bonaerense de Tortuguitas, en la periferia norte de Buenos Aires.
En principio, se creía que los delincuentes eran cuatro pues así lo había asegurado el único de los criminales que se exhibió ante las cámaras de televisión.
La toma de rehenes se había iniciado a las 14.30 horas, cuando los delincuentes entraron en la vivienda y fueron sorprendidos por el regreso de los dueños.
Uno de los hijos de la familia, que logró escapar de la casa, avisó a la Policía bonaerense y consiguió que enviaran a numerosos efectivos y un equipo de negociadores del grupo de acción Halcón.
Ante el equipo policial, uno de los delincuentes, que se identificó como Marcelo Ameijeiras, reconoció haberse fugado de una comisaría en la provincia de Buenos Aires el pasado 9 de septiembre junto a otros cinco detenidos.
En el diálogo, registrado por las cámaras de televisión desplazadas al lugar por petición de los secuestradores, Ameijeiras dijo haber entrado en la vivienda con la única intención de evitar a la Policía ya que temía por su vida.
"Soy el que más se fugó de las cárceles", afirmó, ya que en sus estancias "habían atentado cinco veces" contra él.
Ameijeiras, que habló mientras sostenía a una de las rehenes y una pistola, acusó "a los ministros de Justicia" de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal, y de Argentina, Julio Alak, y al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de haber facilitado su fuga para "crear disturbios".
El portavoz del grupo, condenado por homicidio y que aseguró tener granadas de mano y armas largas dentro de la casa, había dicho que también tenía como rehén a una bebé, lo que finalmente resultó ser mentira.
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