Fitch pone en inédita "perspectiva negativa" la nota de Chile ante alza de la deuda

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Prolongada debilidad económica "está contribuyendo a un deterioro relativamente rápido en el balance soberano", dijo la agencia. Esta acción implica que en los próximos 12 a 18 meses la calificación nacional podría ser recortada desde 'A+' a 'A'.




Por primera vez desde que Chile comenzó a ser examinado por las agencias de calificación, en 1992, una de las tres grandes firmas del rubro colocó en perspectiva 'negativa' la nota soberana de Chile, debido al impacto que está teniendo sobre las cuentas fiscales el bajo crecimiento económico.

Fitch Ratings ratificó ayer la calificación en moneda extranjera a largo plazo en A+ y la de divisa local en AA-, pero revisó la perspectiva desde 'estable' a 'negativa', lo que implica que la nota podría ser rebajada en los próximos 12 a 18 meses. De esta manera, Chile se sumó a México y Colombia, cuyas perspectivas también fueron degradadas este año por al menos dos agencias.

La firma también recortó la perspectiva de las empresas públicas Codelco, Enap y Metro.

La acción "refleja una prolongada debilidad económica, que está contribuyendo a un deterioro relativamente rápido en el balance soberano", aseguró la empresa en un comunicado antes de agregar que "la respuesta de política ha ayudado a amortiguar la economía y preservar la credibilidad, pero no ha evitado un alza considerable en la carga de deuda pública desde los bajos niveles que respaldaron la mejora a 'A+' en 2011".

Según cifras del Ministerio de Hacienda, el endeudamiento público bruto se habrá más que duplicado en los últimos cinco años, pasando desde 11,1% del PIB en 2011 a 21,7% este año. Más aún, en 2017 llegaría a 25,2%.

Fitch anticipa que la deuda del gobierno general podría superar la barrera de 30% en 2019. Si bien este ratio estaría muy por debajo de la mediana de cerca de 50% del segmento 'A', la deuda convergería con la mediana de dicha categoría como porción de los ingresos.

De acuerdo a Fitch, el balance de Chile se mantiene como una de sus fortalezas clave frente a sus pares, aunque advirtió que "está experimentando la erosión más rápida de cualquier soberano en la categoría 'A'".

La agencia acotó que "los crecientes niveles de deuda reflejan los déficit fiscales y las necesidades adicionales de financiamiento, incluyendo la recapitalización de compañías públicas y la herencia de obligaciones de pensiones públicas".

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, subrayó que Fitch "reconoce en su reporte que nuestra conducción fiscal ha balanceado adecuadamente dos objetivos: dar soporte a la economía, a través de una consolidación gradual, y mantener la credibilidad".

En esa línea, Todd Martínez, director asociado en el Grupo de Soberanos para América Latina de Fitch, enfatizó que "a veces, las perspectivas negativas no son una evaluación de las políticas del gobierno, sino el reflejo de lo que significan los shocks estructurales para el balance. Ese es el caso de Chile".

Valdés añadió que la nueva perspectiva "es una razón adicional que avala lo importante que es crecer y ser fiscalmente responsable".

Débil crecimiento

Fitch prevé que la economía nacional se ralentizará desde 2,3% en 2015 a 1,6% en el actual ejercicio , para luego anotar un leve repunte de 1,9% en 2017 impulsado por una mejora en las condiciones externas y la confianza de los privados.

La calificadora precisó que, a medida que la desaceleración doméstica parece ser cada vez más de naturaleza estructural, las perspectivas de una convergencia en el ingreso per cápita hacia la mediana del segmento 'A' se han atenuado.

Si bien las reformas impulsadas por el actual gobierno buscan abordar los cuellos de botella en capital humano e igualdad social, dijo la agencia, "las empresas han reaccionado negativamente, ya que las implicancias a corto plazo para la rentabilidad (debido a mayores impuestos y nuevas leyes laborales) han eclipsado los potenciales beneficios a largo plazo", detalló.

Condiciones para mejora

Según el informe, existen dos acontecimientos que, individual o colectivamente, podrían resultar en una estabilización de la perspectiva: una consolidación fiscal que mejore el panorama para estabilizar la deuda y un repunte considerable en las perspectivas de crecimiento.

Martínez puntualizó que una recuperación sostenida en el precio del cobre apuntalaría la posición fiscal, pero por el lado del gasto habría un mayor desafío para el ajuste. "Después de 2018, la reforma tributaria deja de producir nuevos ingresos y es probable que las demandas sociales se mantengan altas en educación y en cuanto al sistema de pensiones, y podría haber un apetito limitado para recortar la inversión como lo hicieron en el presupuesto 2017 o para aumentar los impuestos", explicó.

A nivel local, Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados, advirtió que "no sería raro que otras clasificadoras tomaran el mismo camino de Fitch, ya que no hay perspectivas de una mejora del crecimiento en el corto plazo".

Por su parte, Guillermo Pattillo, ex subdirector de la Dipres, expresó que el próximo gobierno tendrá la tarea de de cambiar la senda de la economía "o perderemos lo que costó décadas ganar".

En tanto, Claudio Bonilla, profesor de la U. de Chile, aseguró que "en algún momento la clasificadoras de riesgo internacionales iban a reaccionar al endeudamiento que hemos tomado como país producto del exceso de gasto fiscal".

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