Foo Fighters cierra Lollapalooza con un explosivo show

El debut del grupo en Chile hizo alucinar a su público con una veintena de hits, la promesa de su vuelta al país y Joan Jett como invitada.




"Súbanle el volúmen, súbanle el volumen", gritaba a coro parte del público al principio del primer show en Chile de Foo Fighters. La banda liderada por Dave Grohl había comenzado su set unos cinco minutos depués de lo estipulado con All my life, para seguir con Rope, el primer single de su disco Wasting Light (2011), y los hits The pretender y My hero.

Fue al tocar esa canción del segundo disco de la banda que Grohl comenzó a caminar por la pasarela dispuesta frente desde el escenario hacia la mesa de sonido e hizo cantar a una audiencia que no necesitaba ser convencida de ello.

Luego, el ex Nirvana comentó que Foo Fighters que lleva demasiado tiempo junta, por lo que tiene muchas canciones y no hace shows pequeños. Además, explicó que al ser su primera visita y tocarán por al menos dos horas y media. Algo que fue recibido sólo con vítores, al igual que Learn to fly, White limo y Arlandria -dos temas del último disco-, para luego presentar como "una canción para los fans más viejos de Foo Fighters" a la popular Break out.

Ese fue el minuto elegido por el líder para presentar a la banda y sus acompañantes en vivo -minuto que incluyó la particularidad de un solo de acordeón- y luego ceder el protagonismo en la voz al batero Taylor Hawkins para Cold day in the sun.

Tras canciones como Long way to ruin y la inclusión de un tributo a Queens of the Stone Age al tocar parte de Feel good hit of the summer, el set siguió con otra muy coreada y aplaudida canción: Walk para continuar con Monkey Wrench.

Fue durante ese tema que Grohl desató euforia de los asistentes no sólo al bajar del escenario para saludar de cerca y regalar una guitarra a quienes repletaban el LG-Claro Stage, sino que al sacar a una niña -a quien sostuvo en sus hombros unos momentos- junto a su padre para que vieran al set desde un costado del escenario.

Minutos más tarde el concierto se tornó algo más íntimo con la calmada  intro de These days, que Grohl llamó "la canción favorita que he escrito", que fue muy cantada y luego siguió con This is a call, la primera canción que se conoció de este proyecto tras el forzado fin de Nirvana. El tema tuvo un épico final con una versión para In the flesh de The Wall de Pink Floyd, otra vez en voz de Hawkins, y acompañado de lasers más un elaborado juego de luces.

Con Best of you, que marcó otro de los momentos más emotivos del set, que la banda dejó el escenario por unos minutos para que luego volviera su líder a entonar "una canción que no le gusta a nadie más en el mundo": Wheels prometiendo que Foo Fighters volvería a Chile si lo acompañaban a cantar.

Como ya había ocurrido en otras oportunidades, casi al final del set Joan Jett, "una heroína del rock", fue invitada a tocar y cantar el hit Bad Reputation. Y luego Grohl comentó "Esta canción es para ustedes" antes de tocar el último tema: Everlong. Al finalizar, el músico se paseó tanto por el escenario como la pasarela despidiéndose y tirando besos para, siguiendo lo hecho por la banda, abandonar el lugar haciendo una reverencia, con una bandera chilena a cuestas.

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