Forenses argentinos en busca de la verdad de Juárez
El equipo que investiga las ejecuciones durante el régimen militar argentino trabajó para esclarecer los feminicidios de México.
El mismo grupo de forenses que desde hace casi tres décadas investiga la ejecución de personas durante los años del régimen militar argentino, trabaja a miles de kilómetros de Buenos Aires para recuperar la verdad sobre las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, en el norte de México.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que a menudo colabora en otros países en la investigación de asesinatos por motivos políticos, se encarga desde 2005 de recuperar y analizar los cuerpos de víctimas de los llamados "feminicidios".
Así se conoce en México a los asesinatos a mujeres, una lacra que desde hace años ha golpeado sobre todo a Ciudad Juárez.
En esta ciudad fronteriza, considerada como la más violenta del país, organizaciones no gubernamentales estiman que sólo en 2009 y 2010 cerca de 300 mujeres fueron asesinadas.
"La mayoría eran jóvenes y pobres. Algunas trabajaban en máquinas (fábricas de ensamblaje) y desaparecieron al salir del trabajo, otras fueron víctimas de la violencia doméstica o estaban involucradas en la prostitución", según el EAAF. En otros casos las mujeres eran víctimas de la trata de personas y el narcotráfico.
EN EL DESIERTO Y EN NARCOFOSAS
En diciembre de 2003, la organización estadounidense Washington Office on Latin America (WOLA) y dos agrupaciones locales de Juárez, Justicia para Nuestras Hijas y Nuestras Hijas de Regreso a Casa, solicitaron el apoyo de los forenses argentinos para esclarecer algunos casos.
Según un informe que el EAAF publicará en enero de 2011 con las conclusiones de su investigación, el equipo logró recuperar o analizar los restos de al menos 83 mujeres desde 2005 hasta 2009. Algunas de ellas llevaban muertas casi doce años.
La mayoría de los huesos estaban guardados en instituciones médicas y forenses de Juárez y la ciudad de Chihuahua, aunque también lograron desenterrar restos que aguardaban en fosas comunes de los cementerios, así como en "narcofosas" y zonas desérticas en los alrededores de estas ciudades.
CRANEOS PERDIDOS
El EAAF, que contó con un equipo de hasta 15 investigadores en México, logró identificar a 33 mujeres asesinadas. Los demás restos aún no tienen un nombre, y más de 40 familias esperan para saber dónde están los cuerpos de sus hijas y hermanas.
"Había un grupo de casos donde las familias tenían dudas de si habían recibido los restos correctos" de manos de las autoridades locales, explica Mercedes Doretti, directora del proyecto. "De hecho algunas no aceptaron las identificaciones oficiales y no recogieron los restos", añade.
Según le cuenta Doretti a BBC Mundo, su equipo se encontró con "graves irregularidades metodológicas y de diagnóstico" en la forma en que se llevaban a cabo las identificaciones de estas mujeres.
"No se hacían rastreos ni se especificaba la ubicación de los cuerpos, algunos restos no llegaban al laboratorio, se perdían cráneos y los resultados de los análisis eran contradictorios… no se veía una investigación profunda en la mayoría de los casos", denuncia.
¿QUIENES SON LOS AGRESORES?
El EAAF trabaja también en otras partes del mundo como África, Oriente Medio y otros países de América Latina.
"Lo que diferencia nuestra investigación en México de otras son los propios perpetradores" de los "feminicidios", dice Doretti, quien pasó hasta 10 meses en Ciudad Juárez.
"Estábamos acostumbrados a trabajar en contextos de dictaduras y guerras, donde uno tiene una idea de a qué grupo podrían pertenecer los agresores: ejército, policía, paramilitares o guerrilla", explica.
En México, "la motivación no parece política, como en los otros casos", dice.
El porqué se cometieron tantas negligencias a la hora de investigar las muertes y las razones por las cuáles no se han investigado a fondo algunos asesinatos son, de acuerdo a esta forense, preguntas aún sin respuesta en Juárez: "Conocemos a las víctimas, pero no a los asesinos".
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