Gobierno electo decide realizar nuevo censo, tras polémica entrega de resultados

La Presidenta electa, Michelle Bachelet, junto a su equipo más cercano de colaboradores tomaron la decisión de realizar un nuevo censo de población en 2016, tras la entrega de resultados revisados realizada por parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el miércoles pasado. Así lo confirmaron altas fuentes de la nueva administración, quienes sostuvieron que si bien la determinación se venía analizando desde hace meses, se materializó luego de la publicación de los datos, esta semana.

Durante la campaña, la entonces candidata ya había manifestado que de resultar electa, en su administración se repetiría el conteo nacional. Tanto así, que en noviembre pasado dio algunas luces del proceso que se seguiría. "En 2015 haremos un piloto y el 2016, el ejercicio del censo, porque no sabemos cuántos somos realmente", aseguró.

Lo anterior había sido recomendado por una comisión revisora externa, que elaboró un informe -entregado en agosto de 2013 al gobierno-, donde se analizan los problemas que enfrentó la medición de 2012.

David Bravo, quien encabezó la elaboración de la auditoría, explicó que la comisión propuso la realización de un censo "de hecho" o "abreviado", el que puede efectuarse en un solo día, como se hizo hasta 2002.

Bravo sostuvo que si se sigue este modelo se debería disminuir el número de preguntas y que éstas se relacionen con aspectos como sexo, edad, procesos de migración, tiempo de residencia en el país y se consulte por  áreas como discapacidad y etnias.

El investigador agregó que es clave volver a realizar una nueva encuesta a nivel nacional, porque el censo entrega antecedentes sobre "uno de los más importantes: el comunal. Esta es la encuesta más importante del país porque ninguna llega a este detalle".

El propio Bravo se reunió en al menos un par de ocasiones con Bachelet, luego de que ésta fuera elegida presidenta. Dichos encuentros, algunos efectuados en el comando, incluso motivaron que desde el equipo de la futura mandataria se le mencionara como un probable ministro o subsecretario.

La realización de un censo implica un costo. El informe de la comisión revisora estableció que para la medición de 2012 se destinó un presupuesto total -entregado entre 2008 y 2013- de $ 37 mil millones. Bravo dijo que si se efectúa un conteo "de hecho" el valor podría ser más bajo (no se requerirían tantos funcionarios). "El costo no es tan importante, tomando en cuenta que la información es vital", señaló.

DATOS

El decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. Católica, Eduardo Valenzuela, afirmó que la tasa de omisión en el censo de 2012  (brecha entre la población encuestada efectivamente y la proyectada) es "bastante elevada. Por esto existe bastante coincidencia en que se repita el censo o se haga algún procedimiento abreviado de conteo en alguna fecha intermedia, entre el censo actual y el próximo".

Agregó que "dadas las dificultades que tuvimos con un censo de derecho, lo más prudente sería volver sobre uno de hecho, aunque efectivamente esto no responde a los procedimientos censales más modernos". Valenzuela añadió que los datos entregados esta semana pueden ser usados, pero con algunas consideraciones. "El problema pueden ser las comunas donde la omisión censal fue mayor que el promedio y aquellas donde los datos necesarios para hacer la conciliación censal son más inciertos", explicó.

Otra visión tiene Francisco Klapp, investigador del Instituto Libertad y Desarrollo. Señaló que la comisión internacional (que también evaluó los datos del censo) indicó que "no se puede hacer este tipo de mediciones tan rápido porque requiere bastante preparación. Se recomendó hacerlo en 2020". Agregó que también se pueden efectuar mediciones más acotadas con el objetivo de conocer la evolución de las variables: "Las posiciones son complementarias. Por ejemplo, se podría hacer un censo de personas, pero no de viviendas".