Gonzalo Jara: Un defensor que se hizo por necesidad

Las paredes de la casa que los Jara Reyes ocupan en la populosa población Críspulo Gándara, en Hualpén, están tapizadas de fotografías, medallas y recuerdos que Gonzalo, el menor de los hijos del matrimonio compuesto por Robinson y Teresa, ha atesorado en su carrera deportiva.

Desde el primer zapato de fútbol hasta las 50 camisetas que acumula en su colección, forman parte del botín de una familia que exhibe con orgullo todos los logros de su retoño, que ayer selló su traspaso desde Colo Colo al West Bromwich de la Segunda División de Inglaterra.

Su madre recuerda que antes de llegar a Universidad de Concepción, donde estuvo antes de irse a Huachipato, la principal aspiración del flamante refuerzo del West Bromwich era ganarse un puesto en la "pichanga" con los amigos. "Se convirtió en defensa por obligación. Cuando tenía 10 años enfrentaba a jóvenes de 18 y jugar atrás era la única posibilidad que le quedaba para tocar la pelota", rememora.

Su padre asiente y cuenta que "se incorporó al club Pacífico de Mediocamino. Y tiempo después, Eduardo de la Barra lo llevó al Campanil".

A los 14 años llegó a Huachipato y en marzo de 2003, a los 18, debutó en el primer equipo ante Universidad de Chile. "Se destacaba por su buen juego aéreo y por el  pase largo. Esas características le serán muy útiles en Inglaterra", dice Carlos Felipe Pedemomente, el último entrenador que tuvo en cadetes.

La "polémica" azul
En su familia destacan su gran responsabilidad. "A las nueve de la noche ya estaba durmiendo. En el colegio era de promedio 6,5", destaca Teresa. Y en Las Higueras aportan con un récord. "Nunca faltó a un entrenamiento", resalta Pedemonte.

En casa no le conocieron muchas pololas. "Se casó con Roxana a los 19 años y hoy está dedicado a Nicolás y Lucas, sus hijos. El matrimonio le sirvió mucho para madurar", comentan sus padres.

Eso sí, a sus "viejos" aún les duele los insultos de los hinchas de Colo Colo, que le enrostraron su simpatía por Universidad de Chile. "Verlo enfrentado a ese tipo de presión nos dolió mucho", comenta el jefe de familia, quien asume que a los dos años le regaló la indumentaria de la "U". "Pero ni siquiera yo soy hincha. Gonzalo es más cercano a Fernández Vial que a Universidad de Chile", aclaró.